Motivos políticos. Finalmente se ha confirmado una de las teorías sobre la decisión del arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, que sorprendió la semana pasada a los cofrades con la designación a dedo del presidente de la Federación de Cofradías anulando el proceso electoral convocado para junio.

Según manifestó Martínez en la cadena COPE, los motivos principales que le han llevado a hacer uso de ese derecho de designación directa recogido en los estatutos de la Federación son mantener "el espíritu encomiable de la actual Junta de la Federación y evitar en estos momentos delicados de la vida española cualquier polarización que genera una presencia excesiva de la vida política en las cofradías".

Esta es una de las teorías que rondaban por el mundo cofrade desde que se conoció su decisión. Había instituciones que querían tomar parte directa en la Federación y por tanto en sus decisiones, que tanto afectan al desarrollo de la ciudad durante Semana Santa, hecho que fue puesto en conocimiento del arzobispo en reiteradas ocasiones desde la Federación.

Así, con este 'decretazo', el prelado da un golpe de efecto dejando claro que es la Iglesia la que tiene potestad y autoridad sobre la Federación, las hermandades y las cofradías y que éstas son asociaciones religiosas que deben rendir cuentas sólo ante la Iglesia.

Según confirmó el propio arzobispo al programa Cruz de Guía, no se trata de una medida extraordinaria ya que los estatutos de Federación la contemplan. Además, dijo haber tomado esta decisión después de "consultar y rezar" y apeló a la "conciencia de disciplina" de los cofrades que discrepan de la determinación arzobispal.

De hecho, reiteró su afecto por las cofradías y pidió un "voto de confianza para quien es el Pastor" de las hermandades.

No en vano, casi la totalidad de los hermanos mayores han mostrado su disconformidad con las formas elegidas por el arzobispo para tomar esta consideración. La noticia se dio por sorpresa en una reunión de la Pastoral a la que estaban convocados los hermanos mayores pero para otro asunto. Tras conocerse, muchos se mostraron indignados por la decisión, que impedía la elección democrática del presidente federativo. De hecho, había dos candidatos (uno el elegido por el arzobispo) y como no se había abierto el proceso oficialmente todavía podría haber sorpresas.

El futuro presidente por decreto, Antonio Martín (candidato y actual vicepresidente) tomará posesión el 15 de junio pero ya ha comenzado a trabajar. Según ha comunicado, aceptó el cargo por obediencia y reconoce que la Iglesia es una estructura jerárquica que a veces no es democrática, por lo que espera que las personas que se han manifestado en contra del decreto lo acepten.