Granada

Los asistentes a la rave de La Peza no se comerán el roscón: la fiesta ilegal termina tras seis días

  • El corte de suministros por parte de la Guardia Civil ha sido clave para poner fin a esta celebración, que se salda con cuatro detenidos y una condena de cárcel

Varios asistentes a la rave, con sus pertenencias.

Varios asistentes a la rave, con sus pertenencias. / Jesús Jiménez / Photographerssports

Y al sexto día, terminó. El municipio de La Peza, en la comarca de Guadix, empezó a ocupar minutos en las escaletas televisivas y páginas en la prensa a raíz de una fiesta que nada tenía que ver con las celebraciones típicas de Nochevieja. Más de un millar de personas se dieron cita en un terreno, alejado del término municipal pero de titularidad pública, para celebrar una rave, que prometía seguir viva hasta después de Reyes, pero que finalmente ha terminado por cancelarse a los seis días. Pese a todo, en la zona aún quedan algunos valientes que se resisten a abandonar, aunque el grueso de los asistentes ya ha emprendido la marcha. 

A primera hora de este miércoles, los asistentes a la fiesta empezaron poco a poco a recoger sus cosas y marcharse, provocando de paso retenciones de tráfico, debido a la gran afluencia de autocaravanas que se echó a la carretera. Todo ello bajo la supervisión de la Guardia Civil, que desde los primeros momentos de la fiesta se encargó de establecer un perímetro de seguridad para evitar altercados. 

Precisamente este control fue clave para acelerar el final de la fiesta. Según explicaron a este medio fuentes de la Benemérita, este miércoles ya se estaban desmontando los escenarios debido a la imposibilidad de entrar grupos electrógenos para alimentarlos. Esto, unido al cierre total de suministros a la zona, ha terminado por ser clave para que muchos decidan poner fin a la fiesta. 

El alcalde de La Peza, Fernando Álvarez, explicó a Efe que, de manera sorpresiva y unilateral, los congregados han empezado a desmontar escenarios y abandonar el municipio, de poco más de un millar de habitantes. "Hace falta esperar a que el desalojo sea total y termine así esta historia", ha añadido Álvarez, que un día más se ha acercado a la zona de la "rave" para comprobar la situación.

Cuatro detenidos

Aunque en todo momento desde la Guardia Civil ha asegurado que la rave estaba discurriendo con tranquilidad, lo cierto es que cuatro días han bastado para que se realicen cuatro detenciones entre los asistentes.

La primera de ellas tuvo lugar el 31 de diciembre, al poco de comenzar la rave. Un agente de la Guardia Civil hacía labores de control e información a los usuarios de la vía, con motivo del corte de los accesos a la localidad cuando fue atropellado por una persona que, posteriormente, se dio a la fuga. La Benemérita siguió al autor de los hechos, lo localizó y procedió a su detención, momento en que se le realizaron pruebas de alcoholemia y de detección de sustancias estupefacientes, dando positivo en estas últimas.

Actualmente el individuo, de 28 años, ha sido condenado a ocho meses de cárcel y a 20 días de multa , siendo la única sentencia que, de momento, se ha derivado de esta rave ilegal. 

No ha sido, sin embargo, la única intervención de las fuerzas de seguridad, pues la noche del martes se saldó con la detención de un individuo también por atentado contra la autoridad. A estos, se sumaron otros dos, en la madrugada del martes al miércoles, después de que fueran detenidos por tráfico de drogas, sin relación entre ellos, durante un control de la Guardia Civil. 

Por último, la rave también provocó un intoxicado por consumo de alcohol, un italiano de unos 30 años que tuvo que ser evacuado el hospital de Guadix, informó Efe.

Autogestionados y sin retorno económico

El corte de grifo realizado por la Guardia Civil fue clave para el final de la rave, pues los asistentes habían optado por un sistema de autogestión, sin necesidad de acudir casi para nada a La Peza, que no vio ningún tipo de retorno económico a una fiesta que congregó a cerca de dos mil personas durante seis días y cinco noches. 

"Al pueblo la repercusión es poca", reconoció el regidor, que indicó que en la zona "hay de todo", desde puntos para comer pizza a lugares en los que hacerse un piercing. Los escenarios son unos seis o siete, con equipos de sonido de gran capacidad. El alcalde expresó su esperanza de que, cuando la rave finalice, lo haga de forma ordenada: "No sabemos cómo nos vamos a encontrar aquello".

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