La asociación de donantes cierra su piso de acogida por falta de ayudas

Afada ofrecía alojamiento gratuito y apoyo psicológico desde 2004 a los familiares de los pacientes ingresados en la UCI que residían fuera de Granada

Los franceses Monique y Paul Ratier fueron usuarios del piso de acogida en 2007 mientras su hijo estaba en la UCI.
Los franceses Monique y Paul Ratier fueron usuarios del piso de acogida en 2007 mientras su hijo estaba en la UCI.
S. V. / Granada

08 de febrero 2011 - 01:00

La Asociación de familiares de donantes anónimos Afada lucha desde su creación por dar voz al donante de órganos y sus familias, que hacen posibles los trasplantes y que pacientes con enfermedades graves puedan continuar su vida con un órgano ajeno. Y en su lucha emprendió iniciativas pioneras incluso a nivel nacional como la apertura de un piso de apoyo o acogida para familiares no sólo de donantes sino de trasplantados y de ingresados en las unidades de cuidados intensivos de los hospitales granadinos.

Pero ahora, esa iniciativa, valorada muy positivamente por los usuarios, y con un valor humano indiscutible, ha tenido que cerrar. La asociación dejó ya el año pasado de ofrecer este servicio "por falta de ayudas económicas", confirma la presidenta de Afada, Ana Isabel Herrero. El mantenimiento del piso y el pago de los gastos (luz, agua, gas) corría a cargo de la asociación y la reducción de ayudas por parte de las entidades colaboradoras y la ausencia de subvenciones públicas ha obligado a su clausura pese a su nivel de éxito, más de 500 personas en los últimos cuatro años.

Los usuarios principales del piso eran los familiares de pacientes ingresados en UCI que no disponían de medios económicos suficientes para pagarse un alojamiento y estancia en un establecimiento hotelero, por lo que el piso, totalmente gratuito para los usuarios, les ofrecía una habitación, baño y cocina además del apoyo psicológico y moral de los miembros de la asociación, experimentados en estos trances vitales.

Desde 2004 a 2006 tuvo más de 300 usuarios y al año eran un centenar las personas que pedían acogida en el piso a través de asociaciones de trasplantados o de los propios médicos de los hospitales, que conocían de la existencia del piso. Una aceptación que llevó a Afada a pensar incluso en 2007 en la apertura de otro piso para asumir la demanda de usuarios.

Pero ahora todo queda en el aire. "Nos costaba unos 800 euros al mes y la reducción de las pocas ayudas que teníamos nos ha obligado a cerrarlo. Es una pena no ofrecer esta ayuda a las familias pero seguiremos con la asociación y nuestro apoyo como podamos", explica la presidenta. Familiares de enfermos de UCI, de trasplantados, de accidentados o cualquier patología tenían cabida temporal en el piso.

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