Los autobuses de las líneas SN1 y SN2 se 'vestirán' de azul para pasar por el centro de la ciudad. De esta forma los ciudadanos los podrán identificar fácilmente para no confundirlos con los míticos 'rojos', para los que está vetado el paso por la Gran Vía. De esta forma los autobuses también se integrarán mejor en la imagen moderna y unificada que los vehículos LAC han llevado a la Gran Vía. La idea, que ronda la cabeza de la concejal de Movilidad y de los técnicos del área es de momento eso, solo una idea, que habrá que ir desarrollando en las próximas semanas para ajustarla a la realidad y ver si es posible ponerla en marcha.

La responsable del área de Movilidad en el Ayuntamiento, María Francés, recordó ayer que el cambio de trayecto en las dos líneas SN1 (Cenes de la Vega-Estación de Autobuses) y SN4 (Avenida de Dílar-Cocheras Rober-Avenida Andalucía) se pondrá en marcha el domingo día 13 de marzo. La propuesta se aprobará en junta de gobierno local el viernes día 11 de marzo y dos días después estará implantada. De esta forma los usuarios tendrán el día festivo para ir familiarizándose con los cambios y llegaremos a la Semana Santa con los itinerarios aprendidos.

Aunque la decisión requiere pocos cambios en el sistema de transporte, el Ayuntamiento colocará tres paradas en Gran Vía para estos dos autobuses. Si circulamos en sentido Caleta-Ayuntamiento estarán ubicadas en el antiguo Americano y en el edificio de Santa Lucía (cercano a los Italianos). Si subimos en sentido Ayuntamiento-Caleta, sobre habrá una parada en Catedral. Se hace así para evitar que los autobuses interrumpan el paso de las LAC y les resten rapidez.

"Queremos evitar marear a la gente así que lo que vamos a hacer es recuperar las paradas de Santa Lucía y el Americano que siempre han sido muy demandadas por los viajeros. De esta forma las compatibilizaremos con las paradas LAC", apuntó María Francés.

Sobre las intenciones del PSOE de acudir a los juzgados para denunciar los "abusos" de los revisores de la LAC, Francés, reconoció que es un tema muy complicado. "Al final cuando una persona te para y no has ticado se entiende que no has querido pagar. Si los informadores y revisores se pusieron en marcha fue para evitar el fraude pero lo cierto es que estamos detectando que algunas máquinas están estropeadas y en eso estamos trabajando. Por parte del Defensor del Ciudadanos hemos trasladado a la empresa que intenten que los revisores sean agradables y educados. Habrá quien lo haga por defraudar, pero hay quien no lo ha hecho nunca, que tique y no haga ruido... la casuística es muy grande", apuntó la responsable de Movilidad en el Ayuntamiento de Granada.

Cada mes los revisores que se montan en los autobuses del sistema de transporte público realizan más de 200.000 revisiones al mes, de donde salen en torno a 150 recargos de 40 euros. Si el viajero apercibido se niega a abonar la cantidad entonces puede ser multado con 250 euros, una circunstancia que ha ocurrido en muy pocas ocasiones.

"El PSOE está en su derecho de hacer lo que quiera, nosotros ya estamos revisando la ordenanza porque al final al tema de los cuarenta euros se suma el trato que le den los revisores. Creemos que cuando esta cuantía se rebaje todo se normalizará", argumentó la concejal de Movilidad, María Fránces.