Las autoescuelas pierden un 60% de alumnos desde el inicio de la crisis
La crisis económica no da tregua a ningún sector. Desde su inicio, allá por el 2008, la caída del número de alumnos en las autoescuelas granadinas ha sido contundente, hasta el punto de en estos seis años de agonía económica han bajado en un 60%. La reducción de los ingresos de los padres, quienes fundamentalmente costeaban estos gastos, se ha notado en el negocio, pero también la caída de la natalidad, pues según afirma el presidente de la Federación de Autoescuelas de Granada, José Blas Valero, "cada vez hay menos jóvenes de 18 años en Granada que son, en general, nuestra principal clientela".
A esta circunstancia se suman otros factores demográficos como la emigración y la inmigración, pues según Blas Valero, "si nuestros jóvenes no tienen otro remedio que irse a otros países ante la falta de oportunidades y cada vez hay menos gente, esto también se nota en las aulas de las autoescuelas".
Tampoco tienen demasiada incidencia los cursos formativos para quienes han perdido los puntos, pues la gente no siempre acude a la autoescuela para hacer el curso que permite recuperarlos debido a la escasez de ingresos. "Si antes había veinte personas en las sesiones, ahora hay ocho o nueve", remarca Blas Valero, que recuerda que Granada siempre ha sido una de las provincias más baratas de España para sacarse el carné de conducir. Una cuantía que se ha reducido todavía más ante la falta de demanda, que ha bajado los precios bajo límites insospechados.
Pese a los datos, Blas Valero explica que la crisis no se ha sentido tanto en el cierre de autoescuelas, sino todo lo contrario, a su juicio puede que haya más. En total ahora mismo operan unas 260. "Muchos de los profesores que se han quedado en paro han terminado por montar su propia autoescuela", detalla el presidente de la Federación.
Por todas estas circunstancias, Blas Valero plantea que el sector está obligado a pensar en una reconversión que permita rentabilizar los recursos existentes para remontar ante unas cifras que no dan tregua.
En la autoescuela Checa, Ana Bravo confirma esta tendencia. Cada vez menos jóvenes deciden sacarse el carné de conducir. ¿Los motivos? Según Bravo, los padres no tienen dinero para pagar la matrícula y mucho menos para comprarles un coche, por lo que el carné ha dejado de ser una prioridad. "Antes los estudiantes se sacaban el carné nada más empezar la carrera. Venían clases enteras de las residencias de estudiantes en cuanto cumplían los dieciocho años, ahora los padres les dicen que esperen a la finalización de sus estudios", detalla Bravo. Por suerte, esta autoescuela también ofrece servicios de gestoría, donde sí ha percibido cierto repunte, lo que sin duda les ha dado un respiro. También en los últimos años se han beneficiado de ayudas para cursos de formación para el empleo, pero tal y como explica Bravo, ya no los convocan "después de ver cómo las administraciones no pagaban su parte". No obstante, Bravo espera que este tipo de negocios terminen por recuperarse, ya que además el carné de conducir se ha convertido en una parte imprescindible del curriculum, por lo que todavía se piensa en la recuperación.
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