Asfixia por sumersión. Ésa fue la causa de la muerte de Lourdes Merino, la vecina de Santa Fe de 47 años desaparecida el pasado 16 de mayo en la capital y cuyo cadáver fue hallado el pasado domingo flotando en el río Genil, a la altura del Puente Romano.

Según informaron a este diario fuentes de la investigación, los forenses que practicaron la autopsia al cuerpo sin vida de la mujer, a quien su esposo perdió de vista al bajarse del coche cuando la llevaba al hospital para ser tratada de problemas de ansiedad, "no presentaba lesiones de violencia". En cuanto al tiempo que habría permanecido el cadáver de la mujer en el agua, que fue hallado en avanzado estado de descomposición, coincidiría con los días que llevaba desaparecida.

Aunque las causas de la muerte siguen bajo investigación, la hipótesis más probable es que Lourdes cayera al cauce, aunque ahora habrá que determinar si la caída fue accidental o voluntaria, así como si pudieron haber intervenido terceras personas. Sin embargo, según informaba ayer Europa Press, fuentes de la investigación consultadas aseguraron que todos los indicios apuntan a un posible suicidio.

El resultado de la autopsia, practicada en el Instituto de Medicina Legal de Granada (IML), confirma de este modo las primeras observaciones realizadas por los efectivos policiales intervinientes durante el levantamiento del cadáver, que indicaron que no se apreciaban en el cuerpo signos aparentes de violencia.

Después de 18 días de búsqueda con un trágico desenlace, la familia de Lourdes pudo despedirse ayer de la fallecida en un funeral multitudinario que reunió a cientos de personas en la Iglesia de la Encarnación de Santa Fe.

Antes, por la mañana, cerca de un millar de vecinos y seres queridos de Lourdes se concentraron en la Plaza del Ayuntamiento del municipio para mostrar "su cariño y solidaridad" con la familia de Lourdes. Según explicó ayer el alcalde de Santa Fe, Sergio Bueno, la iniciativa partió del municipio en la línea del movimiento vecinal solidario que se había desplegado para intentar localizar a su vecina. La noche del domingo, apenas unas horas después de que se identificara el cadáver hallado en el río, unas 200 personas se concentraron de forma espontánea en la plaza del Consistorio, dejando velas en su recuerdo.

El alcalde confirmó que el municipio se encuentra consternado por el destino de Lourdes. Bueno aseguró que hay "sentimientos encontrados". Por un lado, la "tristeza" por el fallecimiento de Lourdes y, por otro, "cierta calma" por el hecho de que se haya aclarado dónde estaba y ante la certeza de que ahora "la familia puede tener un duelo por su difunta".

La búsqueda de Lourdes comenzó el pasado 16 de mayo, cuando su marido la trasladaba al Hospital Virgen de las Nieves y la perdió de vista tras bajarse del coche. Policía Nacional, Protección Civil y Bomberos no han dejado de buscarla desde entonces, al igual que la familia, que empapeló la ciudad con carteles con su fotografía, esperando que fuera reconocida y solicitando la colaboración ciudadana.

Finalmente, tras 18 días desaparecida, un matrimonio que observaba el pasado domingo el río Genil se percató de la existencia de un cuerpo en uno de los arcos del Puente Romano, tras lo que advirtió al servicio de emergencias del 112. Agentes de la Policía Local, de la Policía Nacional, una UVI móvil y los Bomberos acudieron hasta el lugar de los hechos, y confirmaron tras un primer informe forense que se trataba de Lourdes.