Las aves de la Sierra pasan revista
Expertos en Ornitología elaboran un nuevo atlas para catalogar las especies de aves que nidifican en el Parque Nacional y Natural del macizo penibético y comprobar cómo les afecta el cambio climático
La conservación de las aves se ha convertido en un desafío cada vez mayor. Apenas unas pocas personas conocen la gran variedad de especies, su hábitat y el arduo trabajo que supone su conservación dentro de un medio ambiente cada vez más beligerante.
De ahí que un grupo de expertos en Ornitología que trabaja en la estación de anillamiento de Granada haya iniciado la elaboración de un atlas sobre las especies reproductoras del Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada, completando los estudios que se realizan al mismo tiempo en el resto de Parques Nacionales de España.
El director del proyecto, José Manuel Rivas Fernández, con 20 años de experiencia en el anillamiento de aves, explica que el objetivo del trabajo "será redactar un libro-atlas que recoja el listado de especies, la distribución, selección de hábitat y densidades de las distintas especies reproductoras en el Parque Nacional y Natural de Sierra Nevada".
Esta información tendrá una enorme importancia en la gestión y conservación de las aves, además de servir como material divulgativo sobre la importancia de Sierra Nevada.
La investigación que se inicio a principios de año es ardua y al menos les llevará completarla las dos próximas primaveras aunque las conclusiones podrían alargarse en el tiempo ya que necesitan financiación para completar un estudio que ellos mimos han cuantificado en 83.000 euros.
Por el momento, la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía les ha concedido una subvención de 4.251 euros que les ha permitido iniciar los primeros seguimientos de las rapaces nocturnas, entre ellas el cárabo común, y de las paseriformes, aquellas aves que se posan y de las que existen más de 5.000 especies en el mundo.
El método de trabajo consiste en ir acotando el terreno susceptible de servir de hábitat de las aves como puedan ser los valles del Genil, Monachil y Dílar eligiendo una superficie no mayor a 5 kilómetros de ancho por 5 de largo para proceder al seguimiento de las distintas especies.
Rivas Fernández calcula que en Sierra Nevada "puede haber entre 160 y 200 especies de aves diferentes". En peligro de extinción no hay "ninguna" -especies como el quebrantahuesos o el alimoche desaparecieron hace ya décadas- pero "sí hay aves amenazadas como el águila perdicera que está catalogada como vulnerable", según el Libro Rojo de los Vertebrados de Andalucía.
Lo que ya parece evidente y sus efectos son perceptibles sobre las aves es el fenómeno del cambio climático. El coordinador del proyecto sostiene que la singularidad de Sierra Nevada permite encontrar especies nada comunes que sólo abundan en zonas de alta montaña. "Tenemos una serie de especies nidificantes como el acentor alpino o el verderón serrano que para encontrarlos tienes que ir ya al Sistema Central o a zonas de alta montaña y, sin embargo, aún hoy existen pequeños núcleos reproductores pese a que en la bibliografía aparecen como extintos", apunta.
Lo que se pretende con este estudio -en el que también participan los técnicos Gregorio Moreno Rueda, Carlos Merino de Haro y Manuel Pizarro Gavilán-, es "dejar constancia de lo que hay actualmente porque el cambio climático está afectando a especies que en los próximos años pueden desaparecer de nuestro hábitat".
Rivas Fernández alerta de que el fenómeno del calentamiento climático tendrá efectos irreversibles sobre muchas especies. Sólo es cuestión de tiempo. "Llega un momento en el que pierden el hábitat y desaparecen; muchas de ellas no tienen los recursos suficientes como para desplazarse a otras zonas de alta montaña como la Sierra de Gredos, el Sistema Ibérico o los Pirineos", advierte.
Una vez realizado el minucioso censo, los investigadores procederán a comparar los resultados con datos anteriores para examinar las tendencias de la avifauna en Sierra Nevada, así como el estado actual de algunas especies claves que habitan en nuestra cordillera, como aquellas que aparecen en el Libro Rojo de los Vertebrados de Andalucía.
El trabajo podrá constituir una referencia bibliográfica y de información útil para examinar en el futuro las tendencias poblacionales de las aves y dejar constancia de las especies que un día poblaron nuestra Sierra.
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