El barrio de los colores

Casería de montijo 3 Distrito Norte

Asentado sobre unos terrenos de la Casa de Alba se ubica este conjunto de bloques y jardines Los vecinos reclaman planes de empleo para ayudar a sus hijos

Otras dotaciones: Polideportivo, Centro Cívico Norte, Biblioteca Municipal Cartuja-Almanjáyar. Actividades: En la sede de la asociación se imparten clases de baile, de gimnasia, y apoyo escolar y educativo para niños y adultos. También hay un grupo de batucada. Peticiones: El barrio pide más planes de empleo y la instalación de los ascensores en los edificios que faltan (este proyecto fue iniciado por la Junta y no terminó por falta de presupuesto. También desean reabrir la carretera de Víznar, crear un gran parque periurbano, una habitación para  el operario del polideportivo,  un almacén para la asociación  y un centro sanitario.
Otras dotaciones: Polideportivo, Centro Cívico Norte, Biblioteca Municipal Cartuja-Almanjáyar. Actividades: En la sede de la asociación se imparten clases de baile, de gimnasia, y apoyo escolar y educativo para niños y adultos. También hay un grupo de batucada. Peticiones: El barrio pide más planes de empleo y la instalación de los ascensores en los edificios que faltan (este proyecto fue iniciado por la Junta y no terminó por falta de presupuesto. También desean reabrir la carretera de Víznar, crear un gran parque periurbano, una habitación para el operario del polideportivo, un almacén para la asociación y un centro sanitario.
Lourdes Mingorance Granada

25 de enero 2016 - 01:00

Existe un barrio en la zona Norte de Granada donde los bloques son de colores y los vecinos todavía se saludan cuando se cruzan por la calle. Se trata de Casería de Montijo, un conjunto de 1.634 viviendas ubicadas sobre unos terrenos que pertenecían a la Casa de Alba y que se construyeron a partir de los años 70 por obra del Equipo 70, un taller de arquitectura de Madrid que dirigía José Luis Fernández del Amo. La amplitud de sus calles y los jardines que salpican las entradas de los edificios son la principal característica de un barrio que ha sabido conservar a sus vecinos que se mudaron a los primeros pisos y que todavía residen en la zona.

"Llevo 42 años viviendo aquí con mi marido", explica Aurora, a quién le gusta la tranquilidad de un barrio en el que "hay de todo como en todas partes". Aurora se encuentra junto a su vecina Ana y su marido José Luis en uno de las placetas de este barrio. Sentados en un banco al sol, explican que en general en Casería de Montijo se vive bien, salvo por algunas personas que se dedican a destrozar el mobiliario urbano. "Aquí hay de todo como en todas partes", explican los vecinos, que remarcan los "pisos tan lindos que tienen". Solo echan en falta la instalación de los ascensores en algunos de los edificios. Un proyecto que inició la Junta de Andalucía y que solo llegó a once de los bloques. "Las escaleras no son muy pendientes pero yo recién operada me costaba mucho trabajo subir", explica Ana, que también reclama planes de empleo en un barrio con un altísimo porcentaje de desempleados y decenas de niños pequeños.

"Es el barrio con más pequeño de Granada", explica minutos después en la sede de la asociación de vecinos el presidente, Clemente Arco. Quizás por eso sea también una de las asociaciones con más actividad vecinal para todos los públicos. Las tardes, la sede de esta asociación se llena de vida. "Vienen muchísimos vecinos. Tenemos actividades como gimnasia, baile, pero también viene a ensayar un grupo de chirigotas y otro de batucada", explica Arco. Además, para los más pequeños hay clases de refuerzo escolar y actividades impartidas por los voluntarios del grupo joven Alpargate.

La asociación también recibe dos días a la semana a dos administradores de fincas que resuelven las dudas de los vecinos. Familias que con la cuota mensual de la asociación también pagan a los empleados para el mantenimiento de jardines y del polideportivo. "Nosotros contratamos a los cuatro operarios que son gente del barrio y el Ayuntamiento nos cede las plantas y algunos materiales", explica Arco, orgulloso de que la asociación, compuesta por una junta directiva de 19 personas haya conseguido tantas mejoras en el barrio que además, nunca deja de inventar.

"Acabamos de salir de la Navidad, donde hemos tenido nuestra propia cabalgata de Reyes y hemos repartido más de 150 regalos a los niños y 400 kilos de caramelos y ya estamos preparando el Carnaval", detalla Arco que adelanta un 17 de febrero de diversión en el barrio. "Desde aquí quiero invitar a todos los vecinos de Granada a que vengan al Carnaval y conozcan este barrio". Un lugar donde también se celebran las fiestas o la procesión de la Virgen de las Mercedes, patrona del barrio en el mes de septiembre. Pero no todo es festividad en Casería de Montijo. Clemente Arco también aprovecha esta conversación para recordar algunos de las peticiones históricas que tiene el barrio.

En primer lugar, Arco habla sobre la conexión con la Universidad con la construcción de un puente peatonal sobre el río Beiro. Para Arco, esta conexión haría más atractivos los pisos para los estudiantes que podrían mudarse a Casería de Montijo y revitalizar el barrio. "No solo sería importante para el barrio, sino para toda la zona Norte que podría ir a las universidades con facilidad. En este espacio, Arco también cree que sería viable la construcción de un gran parque de la ciudad. "Todo este cerro que llega desde el río hasta el Fargue podría albergar este parque interurbano en el que no se puede construir". Por otra parte, Arco pide la reapertura de la carretera de Víznar que quedó cerrada al tráfico cuando se inició el proyecto de viviendas de la Azulejera. Un plan que quedó suspendido en unos terrenos donde se ubica la vía y que nunca se llegó a construir. "Hay mucha gente que vive aquí que son de Guadix, Huétor o -Beas que la carretera se quedó dentro.

Desde 2014, también esperan la puesta en marcha de un almacén en la asociación y una habitación para el trabajador del polideportivo. "Está aprobado pero no lo hacen porque no hay dinero", detalla Arco. Por lo demás, se muestra contento con todos los logros de una asociación que lidera desde hace catorce años.

El trabajo de la asociación empezó mucho antes. Allá por los años setenta. Por aquel entonces, el barrio carecía de asfalto y otras prestaciones lo que movilizó a los vecinos. Aunque sin duda, lo que mas unió al barrio fueron las protestas contra el vertedero de Víznar enclavado en el barranco. Los vecinos llegaron a destrozar bolsas de basura en la puerta del Ayuntamiento para reivindicar el cierre de este vertedero que provocaba una situación de insalubridad insostenible en Parque Nueva Granada y Casería de Montijo. En 1981, por fin se logró al erradicación de este espacio que ha sido símbolo de la lucha vecinal de Granada. El próximo reto: acabar con el desempleo. Hay multitud de jóvenes sin trabajo en Casería de Montijo que tienen que ser ayudados por padres y abuelos. Los hay aquí y por desgracia en el resto de distritos aunque se trata de un drama que se ceba especialmente con el distrito Norte.

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