Un barrio de papel ideado por pequeños 'arquitectos'

Los ojos de los niños siempre reflejan una imagen de la realidad paralela y diferente. Durante varios días, el centro de Emuvyssa de la calle Covadonga albergará las maquetas elaboradas por más de medio centenar de pequeños que representan la visión que tienen de su barrio: Santa Adela.

Los alumnos de los colegios Reyes Católicos y Generalife se han puesto manos a la obra para realizar quince maquetas en las que cada grupo trata de aportar sus ideas para la reforma de sus edificios y sus calles. Los pequeños, de edades comprendidas entre los 3 y los 11 años, han puesto "toda su ilusión" en la construcción de su barrio de papel, para lo que sólo han utilizado materiales reciclables.

Esta iniciativa, que forma parte de las actividades sociales creadas en el marco del Plan Especial de Reforma Interior de Santa Adela, pretenden implicar a los autores de las obras en este proyecto municipal. Los pequeños arquitectos han tratado de expresar con sus creaciones sus deseos de futuro, según explica el coordinador del programa, Ernesto Rodríguez.

Además también es importante la concienciación medioambiental de esta joven generación de granadinos. Si los pequeños quieren zonas verdes en su barrio, espacios para jugar con sus amigos, tienen que saber la forma de conservar su entorno para poder disfrutar de él.

Los colores, los lápices, el papel y la imaginación han sido sus herramientas para hacer realidad una exposición en la que además de los edificios, las calles y los coches, estos pequeños artistas, no han olvidado lo más importante en un barrio, la gente que vive en él. Las familias de papel pasean por las calles dibujadas en el cartón, observando a los observadores que se acercan a la sala.

A pesar de la simpleza de la mayoría de las maquetas, dada la corta edad de sus autores, sus ideas e inquietudes parecen en muchas ocasiones superar o al menos ver más allá que las de los mayores. Su mirada inocente y sus sencillas preocupaciones dan una visión de sus casas lúdica pero también más limpia, más alegre y con menos coches. Las calles se vacían para ellos, para sus juegos, para sus invenciones y para sus ilusiones.

Para hacer realidad este curioso proyecto se ha contado con la presencia de dos alumnas del taller de Empleo del IMFE que ayudaron a los niños en la realización de sus trabajos. Las dos jóvenes trataron de acercar a los pequeños la función que de una maqueta y al mismo tiempo les dieron unos consejos para realizarlas, aunque finalmente hayan sido los autores los que hayan aplicado sus ideas en la creación de este bario en miniatura.