¿Quién es la bebé llamó la atención del Rey Felipe VI en su visita a Granada?

Diana tiene apenas dos meses y ya ha ingresado en el coro de la Escolanía de la Catedral de Guadix, donde su padre es el director y su madre voz

El Rey Felipe VI se postró ante la Virgen de las Angustias de Granada

Felipe VI sonríe ante Nuria, madre de la pequeña Diana, y el presidente de la Junta, Juanma Moreno / Antonio L. Juárez / GPMedia

Fue una de las imágenes más curiosas de la jornada: el Rey Felipe VI rodeado de niños del coro de la Escolanía de la Catedral de Guadix, y haciéndole carantoñas a una pequeña bebé de apenas dos meses que también iba ataviada con la capa blanca y la escápula celeste de la agrupación musical. Se llama Diana, nació el 29 de marzo, y con dos meses y un día ya es miembro del coro de la seo accitana aunque aún no sepa ni hablar. Es, evidentemente, la miembro más joven, pero tiene enchufe en la Escolanía: Pablo, su padre, es director del coro y organista de la catedral de Guadix y su madre, Nuria, quien la sostenía en brazos mientras le presentaba al monarca, canta tanto en el de Guadix como en el de la Catedral de Granada.

"Estar con la niña y el Rey ha sido muy especial", relata Pablo Gómez, padre de la criatura. "Para nosotros ha sido una experiencia única porque estamos acostumbrados a hacer muchísimas actuaciones, con muchas misas. Con el tema del coro de la Catedral de Granada el coro de Guadix vienen muchas personalidades, pero es que el Rey, claro, es muy especial", afirma el director de la agrupación accitana, que trajo al Real Monasterio de San Jerónimo de Granada a una veintena de miembros, todos muy pequeños, a cantar en la misa que atecedió la reunión de las cinco Reales Maestranzas de Caballerías de España.

Nuria y Pablo sostienen a Diana, su hija, tras presentársela a Felipe VI / Antonio L. Juárez / GPMedia

"Le ha llamado mucho la atención la niña", comenta Nuria Martínez, la madre de la bebé, que duerme serenamente en sus brazos mientras atiende a este diario, hasta que se despierta de golpe con un mohín que empezó amenazando llanto y que acto seguido tornó a sonrisa, y de nuevo quedar rendida ante Morfeo en los brazos de mamá. "Nos ha deseado mucha suerte en el futuro, porque nosotros ahora somos el presente del coro, pero ella es el futuro", ha añadido Martínez.

La serenidad de Diana contrastaba con la tensión de los miembros de la seguridad de la Casa Real para organizar a la prensa, pero también a los invitados. La bebé dormía al sol, a la sombra, y hasa en la misa. Fue creciendo poco a poco en el vientre de Nuria oyendo música en casa o en las catedrales. "Desde la barriga ya reconocía la música", cuenta la madre, que cree que oír las notas además era "una estimulación constante". "De hecho, ha estado toda la misa durmiendo y yo cantando con ella. La verdad que es como si ella fuera una más", concluye.

Contentos y felices por el momento, el resto de niños del coro recogían sus mochilas una vez Felipe VI se marchó del Monasterio. El monarca quiso hablar con ellos y se hizo una foto de familia, y aunque amagaron con arrancarse con un cántico celestial, la apretada agenda del Rey se impuso a los deseos de la agrupación. Aun así, el jefe del Estado no se fue con las manos vacías por parte de la coral de la Escolanía catedralicia. Le regalaron una jarra accitana, una artesanía de barro típica de la ciudad episcopal, que nació de la tradición de regalársela a las novias antes de casarse. También una insignia con el escudo de la Escolanía de la Catedral de Guadix.

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