Estudiar en la Universidad

El 'tropezón' de las becas Erasmus con los alojamientos

  • El ministro Subirats incluye a Granada entre los destinos en los que la búsqueda de piso por parte de estudiantes que participan en programas de movilidad internacional es un problema

Un grupo de estudiantes españoles en Roma.

Un grupo de estudiantes españoles en Roma. / Nahia Peciña / Efe

"Que lo hagan cuanto antes". Es el consejo que Javier Arroyo da a quien quiera participar en un programa de movilidad estudiantil y necesite buscar alojamiento en el país de destino. Estudiante de tercer curso de Ingeniería Informática en la Universidad de Granada, pasará este curso en el Politécnico de Milán. La capital del norte de Italia es una de las ciudades más caras de Europa y Javier ya lo ha comprobado. No es sólo el precio, la escasez de oferta hace que se den situaciones como la de pisos compartidos por hasta diez jóvenes o, en casos más extremos, que incluso haya universitarios que denuncien que se les discrimina en las inmobiliarias por ser estudiantes españoles.

El ministro de Universidades, Joan Subirats, tras la denuncia de decenas de jóvenes en Roma o Ferrara por los precios y la discriminación que sufren por ser estudiantes de movilidad, señaló en una entrevista concedida a TVE y recogida por Efe que el éxito del programa europeo Erasmus "no siempre está acompañado de cuidar de los detalles del alojamiento ¿Y eso de quién es responsabilidad? de la Universidad de acogida que tiene que ayudar y facilitar un servicio de colaboración en esa línea".

Javier Arroyo, en el aeropuerto antes de viajar a Milán, donde estudiará a lo largo de este curso. Javier Arroyo, en el aeropuerto antes de viajar a Milán, donde estudiará a lo largo de este curso.

Javier Arroyo, en el aeropuerto antes de viajar a Milán, donde estudiará a lo largo de este curso. / M. G.

Subirats añadió que los problemas que están teniendo los jóvenes españoles en las distintas ciudades italianas también los sufren los estudiantes extranjeros que llegan a ciudades españolas como Madrid, Barcelona, Salamanca o Granada -donde la Universidad es líder nacional en movilidad- debido al encarecimiento de los precios de los alquileres, en especial en las grandes urbes.

En el caso de Granada, donde el 40% de los casi 47.000 estudiantes de grado es de la provincia y el resto (el 60%, según los datos de la última memoria anual, con información del curso 2021/2022) es de otras provincias o extranjeros, la cuestión del alojamiento también ha cambiado en los últimos años. Los precios se han encarecido, ha aumentado la oferta de residencias privadas y el estudiantado se ha dispersado en barrios en los que antes no era habitual el alquiler para universitarios

La Oficina de Gestión de Alojamientos de la Universidad de Granada cuenta información sobre residencias, colegios mayores y pisos que se ofertan para el arrendamiento tanto de estudiantado (eramus o no) como de profesorado que necesite alojamiento. El más barato que se oferta es un piso de una única habitación por 350 euros al mes en el Albaicín. En cuanto a los más caros, se piden 2.600 euros por un piso con cuatro plazas en el centro. Parte de esta oferta es absorbida por el estudiantado de movilidad internacional. El pasado año fueron 2.420 los universitarios que vinieron a Granada gracias al programa Erasmus. A su vez, envió a 2.251 fuera.

Uno de los que el pasado curso estuvo fuera fue José. Estudiante de Ingeniería Informática, cursó sus estudios en la Universidad de Duisburg, en Alemania. Su experiencia en cuanto a dónde residir fue, por lo que cuenta, impecable. Pidió información a través de una organización que trabaja con la Universidad de destino y "pude encontrar alojamiento sin demasiado problema". Compartió piso con otros dos estudiantes en un apartamento dentro de una residencia universitaria, con una mensualidad de 350 euros al mes.

Más complejo ha sido el proceso para Javier en Milán. Se aloja junto con otras cuatro personas en un piso ubicado en un barrio próximo a la Facultad. Comenzó a buscar en mayo y reconoce que llegó tarde. "Está imposible", apunta sobre las opciones de buscar alojamiento. En residencias las plazas volaron y únicamente tuvo la opción de buscar piso. Ante los precios que se manejan en Milán, optó por compartir. "Todo el mundo paga una barbaridad", señala sobre la experiencia de los erasmus que conoce. Hay casos de hasta diez personas en una misma vivienda. Según los datos aportados por la plataforma online de alquiler de pisos Spotahome, Milán es precisamente la ciudad más cara para el alojamiento. De media, se pagan 600 euros por habitación en piso compartido. Por debajo están Barcelona (550 euros de media), Roma y Madrid (500 euros) y Lisboa (400 euros de media).

En residencias y colegios mayores el precio es incluso mayor en capitales como la milanesa y aunque la opción de piso resulta más conveniente, viene acompañada de otros gastos, como la fianza (que puede ser de más de mil euros), la gestión del alquiler (otros 200) o el check in, más de 30 euros. "Milán es una ciudad cara, pero los precios están desorbitados. Estudiantes que están aquí de cursos anteriores nos han contado que ha subido muchísimo" el alquiler. "Es una locura".

La situación ha llegado al extremo de que un grupo de españoles ha denunciado que les es imposible encontrar alojamiento. Sobre esta queja, desde la Oficina de Gestión de la Comunicación de la Universidad de Granada se indicó que "el numero de renuncias no es mayor que otros años, y no se puede saber si las que hay están ocasionadas por la falta de alojamiento. Sí que se ha recibido información de problemas generalizados (no especialmente en el caso de estudiantes de nuestra universidad) de alojamiento en estudiantes destinados en Munich y en algún destino de Italia".

Los estudiantes erasmus suponen una inyección económica para las ciudades de acogida. Según los datos de Spotahome, reportan 3,5 millones de euros en un curso sólo en alojamiento. Y este año el número de alquileres por parte de este colectivo ha aumentado un 27,5% gracias a la recuperación de los programas de movilidad estudiantil.

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