La botánica, la pasión de Quer y Martínez
Sanitarios militares que forman parte de la Historia de la Sanidad Militar Españolas son recordados en la exposición instalada en el Parque de las Ciencias
JOSÉ Quer y Martínez, además de ser un notable cirujano militar, fue considerado como el primer Maestro público y Restaurador en España de los importantes estudios de la Botánica.
Medico-cirujano militar, eminente profesor y catedrático de Botánica y uno de los fundadores del Real Jardín Botánico de Madrid. Nació en la ciudad de Perpiñán (Francia) el 26 de enero de 1695, era hijo de José Quer y Copons, teniente coronel del Regimiento de Corazas al servicio de Felipe IV, y de Catalina Martínez, y murió en Madrid el 19 de marzo de 1764. Se quedó huérfano a la edad de 12 años haciéndose cargo de su educación su tío Miguel de Copons, que era consejero del Rey y canciller de la Universidad de Perpiñán.
Dada la inteligencia del niño y sus dotes para la ciencia, su tío decidió que ingresara en la Universidad para estudiar Medicina y Cirugía, fue un estudiante ejemplar, terminando la carrera, sobre el año 1716, con un expediente brillante.
Nada más terminar la carrera ingresó en el ejército y dado su magnífico expediente académico, a pesar de su juventud, fue nombrado cirujano mayor y destinado al Regimiento de Soria que se hallaba de guarnición en Gerona. Mientras permaneció en Gerona, compaginó sus obligaciones castrenses con el estudio de la Botánica, recibiendo lecciones de uno de los boticarios más importantes, Joseph Jansana, que le enseñaría e instruiría en los principios de la Química.
En el año 1728 su Regimineto recibió la orden de trasladarse a Zaragoza y posteriormente a Valencia, Cardona y Berga, lo que le permitió el poder estudiar la flora del Moncayo, los plátanos orientales y diferentes frutos americanos en Valencia, así como la observación de las Salinas de Cardona.
En el año 1732 participó en la expedición contra Orán, organizada para expulsar a los piratas berberiscos que se habían apoderado de la plaza. El resultado de la operación fue la toma de las plazas de Orán y Mazalquivir, lo que supuso para Quer una gran ocasión para poder estudiar y recolectar una importante variedad de plantas y simientes específicas del Norte de África.
A su regreso de África pasó con su Regimiento a las zonas de las provincias de Valencia y Murcia, prolongando sus investigaciones hasta los campos de Cartagena, donde se hacía una gran cosecha y comercio de la coloquíntida, logrando acumular un numeroso herbario.
A finales de 1733 pasó con el ejército a Italia, concretamente a los Reinos de Nápoles y Sicilia, acuartelando con su Regimiento en la ciudad de Pisa. Durante su permanencia en la citada ciudad, procuró mantener contacto con el eminente botánico Miguel Ángel Tilli, Profesor de Botánica de la Universidad de Pisa, de quien recibe las primeras lecciones del método botánico.
En 1734 pasó a la Isla de Sicilia con el ejército y fue nombrado cirujano mayor de los Hospitales del sitio de Siracusa y posteriormente del de Trápani. Concluida la conquista de Sicilia embarcó con destino a Liorna (Livorno) para continuar hacia la Lombardía y Venecia y posteriormente a Siena donde acampó con su Regimiento.
En el invierno de 1735 pasó a Florencia para visitar su célebre Galería, que era un archivo extraordinario de las producciones de la naturaleza y del arte, sin olvidarse del Laboratorio de Química, conocido en toda Europa como Fonderia.
A primeros de 1737 las tropas españolas acabaron de evacuar la Toscana, embarcando con destino al puerto de Barcelona. A su llegada a la Corte, S.M. el Rey Felipe V, le nombró primer ayudante de cirujano mayor del Ejército en premio a los servicios prestados y a su celo y habilidad en el tratamiento y curación de las tropas.
El coronel Solís y Gante, jefe de su Regimiento, gratamente satisfecho por su comportamiento en toda la campaña, le invitó a trasladarse con él a Madrid, pasando a ser un invitado en la casa de su hermano el Duque de Atrisco, que en el futuro sería su incondicional protector y mecenas. Los cuatro años siguientes a su llegada a Madrid los dedicó, siempre que se lo permitían sus obligaciones castrenses, a investigar sobre las plantas de la región madrileña y principalmente en las cercanías de los Sitios Reales.
En 1741 fue nombrado cirujano mayor del Ejército, y con fecha 17 de mayo salió con destino a Barcelona para incorporarse a la expedición que se estaba preparando para Italia en ayuda del Rey de las Dos Sicilias, y dado que los preparativos de la misma se retrasaron, aprovechó para herborizar la marina y los alrededores de Barcelona.
Por fin, con fecha 12 de febrero de 1742, pudieron embarcar, zarpando con rumbo a las costas de Italia. Arribaron en Portoespecia (Puerto de La Spezia), en la región de la Liguria, y mientras las tropas descansaban después de la penosa travesía, a causa de las borrascas que tuvieron que soportar, el infatigable Quer se dedicó a explorar las montañas colindantes y las faldas de la marina.
El ejército continuó por la Toscana, la Romanía (Romaña), el Tolentino y la Región de las Marcas hasta las ciudades de Ancona, Rimini y Pasaro en las costas de Adriático, y durante toda la marcha y detenciones de las tropas, Quer aprovechaba cualquier momento, dada la gran riqueza vegetal de la zona, para realizar estudios y recolección de plantas.
A finales de enero de 1743 las tropas recibieron la orden de regresar a Bolonia, y con fecha 2 de febrero fueron atacadas por el ejército austriaco dando origen a la que se conocería como la Batalla de Camposanto, en la que los españoles vencieron a las fuerzas atacantes que se batieron en retirada.
Después de la acción de Camposanto las tropas se retiraron a Rimini, y él se quedó en Bolonia para atender a los heridos. Permaneció en Bolonia unos diez meses, aprovechando para recorrer herborizando todo el Condado Boloñés y el Canal que conducía a Venecia. La retirada del ejército de Rimini, para pasar al Reino de Nápoles, llevada a cabo a principios de marzo de 1744, le dio ocasión para herborizar la Región de Los Abruzos, en el centro de Italia, que era una zona de una gran variedad y riqueza vegetal.
Durante el mes de agosto las tropas españolas, que permanecían acampadas en Velletri esperando la incorporación del ejército del Rey Carlos, fueron atacadas inesperadamente por el ejército austriaco, Batalla de Velletri, siendo rechazados y derrotados por los españoles y las tropas procedentes de Nápoles. Después de la acción de Velletri pasó Puente Mole (Roma), en cuyo campamento organizó y supervisó un hospital de campaña para atender a los heridos, pasando posteriormente a Bolonia, y en Sarsana recibió una orden del Ministerio de la Guerra para regresar a Madrid.
Dada la amplitud de su Herbario, decidió realizar el viaje por tierra desplazándose por Génova, Principado de Mónaco hasta Perpiñán, para internarse en Cataluña y llegar a Barcelona los primeros meses de 1745. De la ciudad condal pasa a Madrid para informar a la Corte, que en esos días de agosto de 1745, se encontraba en el Real Sitio de San Ildefonso. Su desplazamiento a la Corte también lo aprovechó para recorrer parte de la Sierra de Madrid, acercándose al los cercanos montes de la Cartuja del Paular, lugar en el que descubrió el abedul, árbol que se ignoraba que se criase en Castilla.
En el mes de marzo de 1746 se dedicó a realizar una siembra general, de las diferentes clases de semillas que había ido recogiendo o adquirido durante sus viajes, en la Real Casa de Campo y en los jardines de la finca de la Duquesa de Atrisco, logrando convertirlo en un pequeño, pero hermosísimo Jardín Botánico. A partir de 1747 empezó a recibir de Francia e Italia gran cantidad de semillas y plantas y dado que en el Jardín de la Duquesa ya era imposible plantar nada debido a la falta de espacio, a mediados del año siguiente compró al Conde de Miranda su casa jardín, que estaba situada al lado del Monasterio de los Afligidos en Madrid.
Los conocimientos de Quer y su gran labor desarrollada en favor de la ciencia fueron reconocidos por S.M. Fernando VI y considerando que Madrid debería contar con un Jardín Botánico, dictó una R.O. de 21 de octubre de 1755, en la que la Corona cedía a tal efecto la Quinta de Migas-Calientes (Puerta de Hierro), hasta que se encontrara mejor asentamiento, para llevar a efecto la realización de tal proyecto, nombrando a José Quer primer Profesor y a su colega y amigo Juan de Minuart segundo.
Después de laboriosos trabajos para la organización del nuevo Jardín Botánico, al que tuvieron que trasladar para su trasplante todas las plantas de los anteriores jardines, transformaron la antigua huerta en un hermoso, frondoso y variado jardín, y por fin en el mes de mayo de 1757 se inauguraron en Madrid los estudios de Botánica. En 1762 inició la publicación de su Flora Española, pero lamentablemente solo pudo escribir cuatro tomos ya que fallecería en Madrid, acompañado de su familia, el día 19 de marzo de 1764, siendo enterrado en la Iglesia Parroquial de San Ginés de la Corte.
El gran sueño de José Quer se vio hecho realidad a partir del año 1774 que fue cuando el Rey Carlos III dio las órdenes oportunas para trasladar el Jardín de Migas-Calientes a su actual ubicación en el Paseo del Prado. Encargó el proyecto a Juan de Villanueva y como asesor científico a Casimiro Gómez Ortega, que al término de la obra sería nombrado su primer catedrático, siendo inaugurado en el año 1781.
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