De los bytes a los abalorios

La superación es una de las cualidades más necesarias en el ser humano. Y muchas personas tienen este espíritu más desarrollado para, frente a la adversidad, buscar otros caminos que faciliten la vida. Es el caso de Pedro Ruiz Hidalgo, un ingeniero superior informático que ha cambiado los bytes, la memoria Ram y los códigos binarios por la rocalla, los abalorios y las fornituras, la materia prima para hacer uno mismo piezas de bisutería y complementos como collares, pendientes, anillos, pulseras o broches.

"Soy ingeniero informático en paro y esta situación me llevó a barajar la idea de montar un negocio", explica Ruiz. Para eso realizó un estudio de mercado con el Cade de la Junta de Andalucía "y se vio que esto podía ser rentable".

Ese fue el inicio de Abalorium abalorii Granada, una tienda en la que se encuentra de todo para seguir la filosofía del 'hazlo tú mismo'. Todo con la casualidad de que su mujer estuvo una temporada enferma "y hacía abalorios que yo luego vendía. Como funcionó, pues ese fue el inicio".

Según el informático, "en España llevamos diez años de retraso respecto a países como Francia, donde la filosofía de hacer las cosas uno mismo está muy extendida".

Las tiendas de abalorios, por otro lado, están proliferando "porque se puede hacer cosas iguales que en las tiendas por menos dinero. Además, lo bueno de estos materiales es que son muy versátiles y se pueden hacer muchas cosas. De hecho es un mercado emergente y mucha gente se saca un sobresueldo haciendo bisutería y vendiéndola".

En cuanto a los clientes, la mayoría son mujeres y la edad no es impedimento.