Las dos cajas, propietarias por obligación de 416 inmuebles

El inmobiliario no es un buen negocio. Al menos, no para las entidades financieras. Claro que los bienes inmuebles se han convertido en los últimos dos años, en casos desesperados, en la única opción de los bancos, cajas y cooperativas de crédito para no dar por perdidas las deudas contraídas por sus clientes.

El caso de las dos entidades financieras de la provincia, CajaGranada y Caja Rural de Granada, no es diferente. En la actualidad, las dos firmas tienen a la venta casi medio millar de bienes inmuebles embargados en toda Andalucía, entre viviendas, locales, naves industriales, garajes, trasteros y solares rústicos o urbanos. La bolsa inmobiliaria de las dos cajas (que puede consultarse en sus páginas web: www.caja-granada.es y www.fincasenventacajaruraldegranada.com) suma en toda la comunidad autónoma un total de 416 propiedades en venta, de las que 246 pertenecen a CajaGranada y alrededor de 170 a Caja Rural.

Evidentemente, Granada es la provincia donde se ubica la mayoría de los bienes inmuebles embargados por las dos entidades financieras. Los bienes embargados a los granadinos ante el incumplimiento de sus compromisos de pago ascienden a 224 (131 de CajaGranada y 93 de Caja Rural), lo que significa que casi el 54% de los embargos ejecutados a raíz del impago de las hipotecas contraídas con alguna de las dos entidades se ha producido en la provincia.

En el caso de CajaGranada, además, la entidad posee distintos bienes en Almería (38), Cádiz (4), Córdoba (8), Jaén (12), Málaga (42) y Sevilla (11). Aunque el número es menos importante, la bolsa inmobiliaria de la entidad presidida por Antonio Claret García también tiene propiedades en otros puntos del territorio nacional como Barcelona, Guadalajara, Madrid, Murcia, Palencia, Tarragona y Toledo.

El portal web de Caja Rural de Granada señala que la cooperativa de crédito se ha visto obligada a embargar bienes que permanecen a la venta en Almería (4), Cádiz (1), Jaén (3) y Málaga (69),a demás de algunos otros repartidos por Álava, Guadalajara, Madrid y Toledo.

Aunque en principio el objetivo de las entidades financieras no es hacer negocio inmobiliario, sino recuperar la deuda acumulada por los particulares o las empresas promotoras y constructoras propietarias de los bienes embargados, lo cierto es que también tienen dificultades para lograr venderlos.

De hecho, la bolsa inmobiliaria de todos los bancos, cajas y cooperativas de crédito que operan en la provincia no ha dejado de crecer.

Al parón del mercado inmobiliario, que ahora parece comenzar a estabilizarse, se une el hecho de que siguen embargando bienes ante el incremento de la morosidad.