El arte caligráfico permite identificar a más de una decena de grafiteros
Una unidad de la Policía Local, dirigida por un experto en grafología, identifica cada una de las firmas que hay en la ciudad · Una vez que se detenga a los autores se les responsabilizará de todas las rúbricas detectadas
El trabajo que está realizando la Policía Local contra los llamados grafitis bien podría salir en un capítulo de la famosa serie CSI. La cruzada que el Ayuntamiento ha declarado no a los murales artísticos sino a las llamadas firmas o tags -que más bien se acerca al vandalismo que al arte urbano- ya cuenta con sus primeros resultados.
Desde hace un mes, una unidad de agentes, se están encargando de elaborar un archivo fotográfico y caligráfico de todas estas pintadas callejeras. El objetivo es, gracias a un estudio pericial de las firmas, poder identificar a sus autores y achacarles todas las estampas que han realizado en la ciudad. El fenómeno de plasmar las rúbricas en cualquier sitio de la urbe esta adquiriendo un cariz preocupante como afirman los policías responsables. El ánimo de hacerse 'notar', según los policías, no deja rincón limpio. Fachadas de monumentos, iglesias, estatuas, persianas de comercios y hasta automóviles son diana de los autores. Hasta el momento, la Policía Local, tiene fichadas más de una decena de firmas desplegadas en diferentes barrios y espacios públicos.
El intendente encargado de realizar este archivo es José Manuel Avilés. El agente es el que analiza las firmas que los equipos de paisano y las patrullas de barrio le localizan semanalmente en sus rutas. Las van cotejando y agrupando a los que pertenecen a la misma persona. Avilés explica que nadie puede disimular simultáneamente todos los elementos de su grafía, ni siquiera la mitad de ellos, algo que les ayuda para identificar a los autores de los tags. Su estilo y forma de escribir, las formas que adoptan los signos de puntuación, el grado de apertura de los óvalos de las letras y el lugar donde comienza y termina su trazo, el grado de angulosidad de los escritos, la inclinación de los ejes de las grafías (vertical, inclinada a la derecha o la izquierda, tumbada...), los materiales que utilizan (sprays, rotuladores o tacos) e, incluso, las zonas en las que operan son aspectos que identifican a los autores.
Así, por ejemplo, la policía sigue la pista de Ewok. Según su estudio, se trata de un conocido grafitero a nivel mundial que tiene un seguidor en Granada que plasma su impronta, especialmente, en edificios religiosos y catalogados como BIC, atentando así contra el patrimonio histórico de la ciudad. Los agentes han identificado su firma en sitios tan dispares como en el monolito del Triunfo, en la iglesia Sagrado Corazón de Gran Vía, en la calle Ancha de Capuchinos o el Zacatín. Otros a los que siguen los pasos son a los llamados "jacker". Forman en sí un movimiento relacionado con la música hip-hop, su rúbrica identificativa es la de Jack. Hay ejemplos estampados desde Casería de Montijo a Recogidas pasando por Cárcel Alta o Tejeiro.
También persiguen a Lauri Monge y al grupo formado por Eras-247-Siplas. Estos últimos están relacionados también con el movimiento urbano del hip-hop y el reaggeton y están escritos en Arabial, en la calle Navarrete o la Tinajilla. Éstos últimos también se han visto repetidos hasta en automóviles y portales de viviendas.
El análisis que está realizando la unidad policial ya tiene indentificadas más rúbricas. El intendente Avilés apunta que aunque el fin último es detener a todas los autores "con las manos en la masa", con este trabajo se tiene mucho camino recorrido, "porque una vez que coges a uno le puede responsabilidad de todos los destrozos que ha hecho en la ciudad, y en ese sentido, quienes ganamos somos los ciudadanos".
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