Estos días las miradas de quien pasa por el barrio del Realejo de Granada y camina por calle Molinos se dirigen a su histórico número 10. El edificio está siendo demolido después de un litigio de décadas y eso permitirá ver una imágen nueva en el barrio, la de calle Molinos alineada, sin el saliente que suponía este edificio, que en sus bajos albergaba desde 2015 hasta hace unas semanas una parafarmacia.

Este lunes comenzó la demolición del inmueble, que ya deja al descubierto la acera y permitirá caminar por la misma sin tener que hacer un quiebro para sortear el edificio, que dejaba encajonados negocios como el hotel Molinos, el más estrecho del mundo según Guiness de los Records; o el bar El Molino.

Tras su demolición, se hará un nuevo bloque pero ya respetando la alineación de fachadas, por lo que el paso por esa acera será mucho más amplio, según el permiso dado por el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada para acometer la demolición del edificio.