Verano

La ola de calor llega al agua de las playas de Granada

  • Los registros de la Aemet apuntan a que el agua del litoral de la provincia está entre dos y tres grados más alta de lo habitual para este mes

  • La tibieza de mar puede provocar, si llega un centro frío, un episodio de lluvias intensas

  • Este proceso de calentamiento también puede explicar en parte la presencia de una mancha verde en la Costa Tropical

Bañistas en la playa.

Bañistas en la playa. / Alba Feixas

Lo habrán notado los miles de bañistas que este mes de julio, marcado por el calor sofocante, se han acercado a la Costa granadina para aliviar los efectos de las altas temperaturas. Granada, instalada en una ola de calor que parece que sólo ahora puede dar tregua, se muda a la playa y hasta allí han llegado los efectos de la extraordinaria situación meteorológica que se vive. Según los datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) la temperatura del mar en la franja costera de la provincia está entre dos y tres grados por encima de lo habitual para estas fechas.

El director del centro de la Aemet en Málaga -desde donde se analizan los datos que se recogen en Granada-, Jesús Riesco, explica que los registros marcan que el agua del mar en la provincia marcan una temperatura entre 23 y 24 grados, más alta que la media para esta época del año. Este fenómeno se explica porque en estos meses de junio y agosto (fue en la semana de Corpus, a mediados de junio y todavía en primavera, cuando se descolgó la primera ola de calor de la temporada) se ha registrado una masa de aire muy cálido casi de forma permanente en estas latitudes. Eso ha ayudado a calentar el agua. Otro factor es que ha habido predominancia del levante sobre el poniente. Precisamente el levante implica que el agua se caliente, efecto que es el contrario cuando sopla de poniente.

Como primera consecuencia evidente de estos factores enumerados por Riesco, el mar se ha caldeado. En San Cristóbal, Almuñécar, la previsión de la Aemet apunta a que estos días se alcanzarán los 28 grados en el agua. Mismo indicador máximo para Velilla o La Charca, en Salobreña.

Una de las consecuencias de este incremento de las temperaturas puede ser un episodio de lluvias intensas, con los problemas que este tipo de episodios meteorológicos pueden acarrear. Riesco explica que el agua del mar, aunque esté más caliente de lo normal, por sí no supone ningún efecto. Sin embargo, si se diera una dana o gota fría, ocasionaría precipitaciones intensas. "No es condición suficiente" la temperatura del mar para que haya lluvias de carácter torrencial, pero si llegara un frente sería probable que cayeran precipitaciones importantes.

Por otro lado, el director del Aula del Mar y catedrático de Botánica de la Universidad de Granada, Pedro Sánchez, explica que la temperatura y el proceso de eutrofización del mar tienen consecuencias en cuanto a la biodiversidad que se da en la franja litoral de Granada. Este proceso, sin embargo, no puede ser correctamente estudiado porque, explica Sánchez, el Aula del Mar no cuenta con ninguna estación oceanográfica que permita recabar información, realizar el seguimiento de los fenómenos observados y establecer medidas de actuación. "Es urgente contar con una estación que permita tomar datos", zanja el investigador.

El proceso de eutrofización (un exceso de nutrientes) estaría detrás de la mancha verde que se ha observado en playas como la de Salobreña. Organismos oportunistas aprovechan que hay nutrientes y las condiciones son óptimas para proliferar. Según Pedro Sánchez, en la última muestra que se tomó dentro del proyecto Microalborán, el pasado mes de mayo, ya se observaron microalgas dispuestas en pequeñas formaciones. Probablemente el crecimiento de esas formaciones esté detrás de la coloración del agua en la franja costera.

"Tenemos personal y equipamiento pero no dotación económica" para afrontar los análisis que determinarían el origen de esa mancha o de otros fenómenos. El catedrático explica que, además, a día de hoy, o ha recibido ninguna llamada por parte de las Administraciones para encargar al grupo de investigación del Aula del Mar que estudie qué ocurre en las playas de Granada.

Ese exceso de nutrientes llega al mar por vertidos de aguas residuales que no son tratados de forma conveniente o bien por la desembocadura de ramblas o balates, aunque este año, a causa de las escasas lluvias, se considera mínimo el aporte por esta segunda vía. 

Esto permite que proliferen especies oportunistas, que pueden ser autóctonas o no y tener efectos en el entorno si son tóxicas. En cualquier caso, pese a que no se tiene todavía respuesta a estas incógnitas, el catedrático afirma que la presencia de esta mancha es "muy preocupante" y estima que aunque hay diferencias con respecto al caso del Mar Menor, es necesario tomar medidas y analizar qué ocurre.

El Aula del Mar ultima en estas semanas una nueva instalación en el Puerto de Motril. Contará, gracias a la Autoridad Portuaria, con un laboratorio de riesgos marinos que puede funcionar este mismo verano, explica Sánchez. 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios