El calor sigue golpeando a Granada cual martillo pilón. Las altas temperaturas no dan descanso ni a los turistas que hoy paseaban por el centro de Granada ni a los habitantes locales que pasan su verano en la ciudad, ya sea descansando o teniendo que trabajar.

La alerta amarilla por altas temperaturas ha sido activada hoy por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Cuenca del Genil a las 12:00 horas por rozar los 40 grados. Las horas centrales del día festivo han sido difíciles de soportar, algo que han mostrado los usuarios de las redes sociales, que se quejaban por el calor y preguntaban a seguidores y lectores cómo era posible capear estas altas temperaturas.

La gente que necesitaba desplazarse andando por las calles trataba de evitar, aunque a veces era imposible, las zonas en las que no había una sombra en la que cobijarse de los rayos solares. El agua embotellada y las fuentes han sido las fieles compañeras a un día en el que para apaciguar el calor, los comercios estaban llenos y ofreciendo todo tipo de medidas contra la calima.

Por la noche el respiro se deja notar, aunque no demasiado. En algunas zonas de la capital y del área metropolitana, las mínimas han rozado los 25 grados, temperatura que está considerada por médicos y expertos como la del 'umbral del sueño'.

Los 25 grados de mínima hacen que conciliar el sueño sea un reto

Es en esta temperatura cuando se hace difícil conciliar el sueño, lo que ha conseguido que muchos granadinos comenzaran el domingo con ojeras bajo sus ojos y con ganas de volver a contar ovejitas.

Quienes son más afortunados pueden escapar del calor a diferentes lugares de la provincia granadina. El más demandado, la Costa Tropical. Aunque allí también hace calor hoy gracias al efecto de la humedad en el ambiente. Pero la posibilidad de un chapuzon y de tomar un refrigerio con tapa son motivos más que suficientes para bajar a la costa y desconectar.

Otros granadinos, sin embargo, han elegido otros lugares menos masificados en estos días, como son los municipios de la Alpujarra o de la Vega de Granada. En ellos, la incidencia de la calima es menor debido a que el asfalto y el hormigón no proyectan tanto calor al ambiente, por lo que las horas centrales del día se hacen más llevaderas.