El avance del coronavirus en España ha copado todas las portadas de periódicos de los últimos días. Los medios no hablan de otra cosa. Mientras, Patrick Zaki sigue preso en Egipto 40 días después de su detención en el aeropuerto de El Cairo el pasado 7 de febrero. La Justicia del país norafricano mantiene encerrado al alumno de la Universidad de Granada y activista por los derechos humanos.

Bajo el título Canciones para Patrick, los profesores y los alumnos del Máster en Estudios de las Mujeres y de Género (Gemma) en Granada tenían programado un acto en honor al estudiante, suspendido tras la crisis sanitaria. Sus compañeras le habían preparado un mural gigante donde aparecía ilustrado con una mordaza en la boca, y en donde pedían libertad para el activista por los derechos LGTB y de las mujeres.

"La idea era fotocopiar a color el mural y colgarlo en cada facultad. Los abogados del alumno y la familia estaban encantados con las acciones. Ahora desde Bolonia -en cuya universidad Patrick cursaba su primer año del máster- están preparando mensajes y fotos que podamos lanzar por internet en tiempos del coronavirus. Cuando a Bolonia le golpeaba el virus fuimos nosotras las que impulsábamos los actos", explica la directora del Máster Gemma, Adelina Sánchez.

Iniciativa Egipcia para los Derechos Personales, la ONG en la que Zaki trabajaba en asuntos de género, denunció hace un mes que el estudiante "fue golpeado, sometido a descargas eléctricas, amenazado e interrogado por asuntos relacionados con su trabajo y su activismo" el día de su detención y posteriormente. "Lo investigaron y torturaron y luego lo enviaron al fiscal que decidió mantenerlo en prisión durante los próximos 15 días, como hacen con todo el mundo", señaló en un comunicado.

La Fiscalía Suprema de Seguridad de El Cairo decidió hace una semana mantener a Zaki en prisión otros 15 días. La mala noticia fue recibida en el entorno de Patrick Zaki y toda la comunidad que lo apoya mazazo absoluto.

El estudiante, que fue detenido por actividades relacionadas con el activismo y concretamente por unas publicaciones en redes sociales, tendrá que pasar al menos otras dos semanas en prisión tras la última vista celebrada el 7 de marzo en la capital egipcia de El Cairo. Según la justicia del país norafricano tendrá que seguir en prisión "en espera de que continúe la investigación".