Un cambio de rumbo para salvar vidas
Las grandes decisiones, esas que cambian vidas, no siempre son fruto de largos procesos de reflexión. Hay ocasiones en que algo hace 'clic', y ya no hay marcha atrás. Livio lo Monaco, empresario afincado en Granada desde hace años, puede identificar claramente el momento en el que se dio cuenta de que había que reaccionar, de que tenía que hacer lo que fuera, lo que pudiera, por ayudar a quienes se juegan la vida todos los días huyendo de la barbarie. Mientras desayunaba en la cubierta de su barco, que fondeaba en la costa de Baleares, recibió en su teléfono una fotografía impactante, una imagen que daría la vuelta al mundo y que muestra una barcaza atestada de inmigrantes a 32 kilómetros de Libia. A bordo de su Luis Ginillo, acompañado de su familia y disfrutando de la tranquilidad del mar, el empresario fue más consciente que nunca de que cientos de personas perecen cada día en esas mismas plácidas aguas, de que en otro lado del mundo, el mar no es sinónimo de descanso y diversión, sino de muerte.
Así que Lo Monaco tomó una decisión: había llegado el momento en el que su Luis Ginillo, con el que había planeado dar la vuelta al mundo y que había comprado con tanta ilusión diez años atrás, cambiara de rumbo. El empresario contactó con los responsables de Proactiva Open Arms, una ONG que trabaja sobre el terreno ayudando a los inmigrantes que llegan a las costas europeas, y les hizo una pregunta que probablemente no se esperaban: "¿les interesa mi barco?". Y sí, claro que les interesaba. Así que, tras llegar a un acuerdo que básicamente estipula que el propietario nunca lo puede pedir de vuelta y la ONG lo puede devolver cuando quiera, el Luis Ginillo de Livio lo Monaco se sometió a un proceso de transformación que lo convirtió en el Astral, una embarcación de salvamento que partirá hoy mismo del Puerto de Badalona rumbo a la costa de Libia.
La transformación del velero ha sido absoluta, a pesar de lo rápido que ha sido todo el proceso. Se ha equipado con una dotación medicalizada, se han sustituido las camas de matrimonio por camas individuales y se han instalando potentes grúas en la cubierta para poder remolcar otras embarcaciones. En principio, la misión del Astral será de control, por lo que permanecerá constantemente en movimiento para localizar embarcaciones y avisar a la guardia costera en caso de necesidad. Aunque su propósito es de control y acompañamiento, en caso de peligro la tripulación del Astral podrá subir a bordo del barco a los ocupantes de las pateras que cruzan el Mediterráneo, ya que tiene capacidad para más de 300 personas.
"Dicen que hay dos momentos felices para un armador: el día en que compra su barco y el día en que lo vende. Pero yo añadiría una tercera opción: el día que se destina a salvar vidas. Si me hubieran pagado por él, no hubiera sido tan feliz. Con que salvemos una sola vida, ya habrá merecido la pena", asegura Livio lo Monaco, que recuerda que lo importante ahora es conseguir más ayuda para Proactiva Open Arms, que lleva a cabo un importante labor humanitaria.
El Astral, "un barco rico transformado para ayudar a los pobres", parecía estar destinado a hacer grandes cosas. El empresario explica que el velero, fabricado por la marina militar estadounidense, fue un regalo a su anterior propietario "por hacer mucho bien" durante la II Guerra Mundial. Ahora, la embarcación pondrá su granito de arena para paliar la crisis humanitaria más grave que ha experimentado Europa desde mediados del siglo pasado.
"He sentido que tenía que hacerlo. Muchas veces no hacemos algo porque pensamos que no va a servir de nada, que no vamos a cambiar las cosas, que la gente seguirá muriéndose en el mar. Pero, ¿y si sirve aunque sea para una sola persona?". Livio, que seguirá colaborando con Proactiva -una de sus hijas, de hecho, se marcha con la ONG a sacarse el título de Salvamento Marítimo tras un viaje a Lesbos junto a su padre-, espera que este proyecto sirva para remover conciencias y dejar claro que cualquier ayuda será bienvenida.
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