Agricultura

El campo de Granada clama por la falta de agua ante la "peor sequía" en tres décadas

Imagen de archivo de una plantación de espárragos.

Imagen de archivo de una plantación de espárragos. / G. H.

La noticia de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) ha decidido cerrar el grifo de los regadíos, concretamente un 38% menos que el pasado año, ya era esperada, pero llega como un jarro de agua fría al sector agrícola de la provincia, que no atraviesa su mejor momento. La escalada de temperaturas que experimenta la provincia, sumada a la escasez de lluvia, ha dejado al campo granadino casi besando la lona. Gran parte del territorio cultivable de Granada está pasando momentos críticos que ponen en peligro las cosechas de este año y, en caso de que la situación continúe, también de los próximos, según denuncian las asociaciones de los agricultores.

Manuel del Pino, secretario general de Asaja en Granada, no ve con los mejores ojos esta situación y habla de "catástrofe" y "ruina total", para calificar la crisis que atraviesa el campo granadino y ante la ausencia de lluvias que se prevé para los próximos días no ayuda a cambiar la perspectiva. 

De hecho, para el secretario de Asaja, esta es "la peor sequía" que atraviesa la provincia desde finales del pasado siglo, pero con un agravante, que en aquella época había más agua embalsada, lo que permitió en aquella época amortiguar más el golpe. 

Desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), su presidente, Nicolás Chica, califica de "quiebra técnica" la situación que atraviesa el sector en la provincia y reclama ayudas directas y no préstamos, que solo sirven para retrasar el problema al tenerse que endeudar los agricultores para después devolver ese dinero. El presidente asegura que ya es hora de "abrir el debate" sobre las dos españas, la del norte que según Chica sí cuenta con agua, y la del sur, Andalucía, que atraviesa graves problemas de escasez de agua. Así, el presidente de los agricultores aboga por "una interconexión de cuencas", entre norte y sur, para repartir equitativamente el agua en la península. 

Por sectores, desde UPA dan "perdida en su totalidad" la campaña de cereales y únicamente confían en salvar "si llueven" un 20% del total de la cosecha. Tampoco ven mejor la campaña de la producción del espárrago, que calculan que se ha perdido un 30% desde esta organización, una situación que empeorará en los próximos con el aumento de las temperaturas y el consiguiente aumento de la temperatura del suelo , que terminará por deshidratar el campo.

En el caso de los aguacates, una de las estrellas de la agricultura de la Costa cuya campaña comenzará próximamente, las asociaciones tampoco tienen buenas perspectivas, más aún cuando vienen de un año (el 2021/2022) donde ya se registró una pérdida del 60% de la producción.

Pozos de emergencia y otras medidas de tipo laboral

La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) ha pedido en la Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir un plan la disponibilidad de pozos de emergencia para poder salvar los cultivos de arboleda.

Los regantes han reclamado un plan de medidas de apoyo que contribuya a reducir el "fuerte impacto" de la sequía en los agricultores andaluces y de la situación hidrológica en la comunidad, que es "de especial gravedad" en la cuenca del Guadalquivir.

La asociación ha abogado por emprender algunas obras a corto plazo que permitan disponer de nuevos recursos, como conexiones de estaciones depuradoras y desaladoras a punto de consumo, y algunos proyectos de emergencia que afectan al regadío. Ha puesto como ejemplo la toma de la comunidad de regantes del canal de Jabalcón en Granada.

Con vistas a un corto-medio plazo, Feragua ha demandado el desarrollo y puesta en marcha de un plan de balsas de riego que permita a los regantes y agricultores aprovechar las aguas procedentes de escorrentías y disponer de nuevos recursos para regar los cultivos en sus zonas regables, una iniciativa que "daría tiempo a ejecutarse en un año y podría ser clave para la próxima campaña de riego en Andalucía".

Los regantes han pedido que se incluya en el Decreto de Sequía de esta cuenca medidas paliativas y compensatorias de tipo económico y fiscal, como la condición de cánones y tarifas de riego para 2023, las exenciones de IBI y otras medidas de orden fiscal, algunas ya previstas por la CHG.

También han reclamado otras medidas de tipo laboral que faciliten los posibles ERTEs por parte de las comunidades de regantes ante la falta de actividad en esta campaña de riego y han señalado que hay zonas regables como Bembézar-Retortillo y Sierra Boyera, que van a tener "dotación superficial cero".

"La mayoría tendrá dotaciones muy reducidas, por lo que se necesita que la falta de agua pueda considerarse como causa justificada para las regulaciones de empleo y sea así admitida por la autoridad laboral", han asegurado.

Feragua ha insistido en la necesidad de acometer las obras y proyectos de regulación para presas y embalses ya aprobados en los anteriores planes hidrológicos, que "necesitan de un impulso y agilización que ya se está convirtiendo en urgente".

La situación en la Costa

"Desesperados". Así califica José Luis Ruiz Olivares, presidente de la Asociación Verde, Seco y Jate, la situación en la Costa, en una situación que, a corto plazo, "hay poquitas". 

Casi mil hectáreas están irrecuperables en el litoral granadino, según Ruiz Olivares que tampoco ve solución cercana ante la previsión escasa de lluvias. El presidente también recalca la existencia de pozos salinizados en parte de la Costa, una situación que asegura es la que se produce en la mayoría de casos. 

Un problema más allá de la agricultura

Chica advierte que el problema no es exclusivamente del regadío, sino que afecta al sector primario casi en su conjunto, con especial énfasis a la ganadería extensiva, ya que al no existir pastos suficientes para alimentar a las cabezas de ganado, los ganaderos no podrán sacar adelante sus ganaderías. Llegados a este punto, Chica recuerda la situación que han vivido parte de los ganaderos de la provincia tras la llegada de la viruela ovina, que obligó a sacrificar varios animales para evitar que se propagase la enfermedad. 

Con este escenario, las asociaciones llevan meses pidiendo que se convoque una nueva mesa de la sequía, que se pausó con la llegada de la Semana santa. Finalmente, esta reunión llegará el próximo miércoles, según ha adelantado la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, durante su participación en la Feria Internacional de Alimentación y Bebidas de Calidad (Salon Gourmets). 

La situación es casi de emergencia, pues lleva sin llover desde el pasado 5 de marzo en Andalucía, lo que sitúa el nivel de precipitaciones se sitúa actualmente en un 35% menos que la media, según Joaquín Páez, presidente de la CHG, quien enfoca el problema desde otra perspectiva: se produce un déficit del 70% en el actual año hidrológico, lo que ha llevado a la Confederación a tomar otra decisión, como es la de establecer el final de la campaña de regadío oficialmente en el 30 de septiembre.

"Normalmente en octubre tenemos una reserva para garantizar los últimos cultivos, pero ahora no estamos en condiciones si la situación no cambia", ha sentenciado.

Páez ha sostenido que esta ha sido una de las comisiones "más complejas", ya que la situación hídrica es "muy mala", y ha mostrado su agradecimiento "a todos los usuarios y a todos los representantes que han estado en la reunión y han mostrado su compromiso con la cuenca".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios