La otra cara de La Chana

Es uno de los distritos más importantes de la ciudad y a menos de un año de las elecciones se ha quedado sin representación vecinal en la Junta de Distritro y con no pocas peticiones en la cartera

07 de noviembre 2010 - 01:00

La Chana es el distrito de las vías del tren, del barrio de la guita (porque sus vecinos hacían las medidas de sus pisos con una cuerda) y el de las tapas grandes y baratas. Es una de las zonas más populosas de Granada -más de 32.000 personas hacen su vida en sus calles- y también una zona a la que espera cambios de futuros más importantes. Es uno de los distritos que se ha convertido en dormitorio de cientos de extranjeros que, animados por los bajos alquileres y la cantidad de comercios en sus calles, ven en esta barriada un núcleo perfecto en el que comenzar su nueva vida.

Pero la Chana también es un barrio que se ha quedado paralizado en otros proyectos. A poco menos de un año para las elecciones municipales se acaba de vivir una fractura vecinal.

Las asociaciones del Cerrillo de Maracena y de la Chana, las Angustias y la Encina han dicho adiós a la Junta Municipal de Distrito. Lo hacen porque, según cuentan sus representantes, en los últimos cuatro años las peticiones y demandas que le han hecho al Ayuntamiento se han perdido en el camino que llega a la Plaza del Carmen. Aseguran que no se quejan de los planes que el Consistorio ha puesto en marcha en los barrios pero reclaman que los escuchen, que les hagan caso en aquellas promesas eternas que nunca se cumplen y que se convierten en los puntos negros que tiene la barriada desde hace años y años.

El ejemplo más flagrante es el llamado bulevar de la Chana. Todo un vial que, lejos de ser un espacio de esparcimiento y ocio para los vecinos, es una calle sin salida y, por el momento, sin soluciones. Desde hace tiempo la asociación ha pedido al Ayuntamiento que urbanice la zona, la limpie, elimine todas las plantas secas y que la ilumine. Pero nada de eso se ha hecho. La calle, cortada con varias pilonas tanto en la zona de entrada como de salida, es un espacio muerto que sirve de zona diáfana "para sacar a los perros y poco más", explica Antonio Valverde y Rogelio González, vocales de la asociación.

Los vecinos consideran que este espacio sería perfecto para la ubicación del mercadillo del barrio, especialmente porque la zona donde se ubican los puestos -justo en el corazón de la Chana, que queda completamente bloqueada y "si hubiera un percance sería un problema"- por lo que el traslado sería vital.

La asociación cuenta que teniendo espacios libres para instalar los puestos y con más seguridad se debería hacer el cambio. "Además, no sólo lo hemos solicitado desde la asociación sino los colegios de la zona y hasta el centro de salud. Pero nada".

Basta con caminar un poco por el bulevar dirección parque de las Alquerías, por la calle Washington Irving, para ver otro de los problemas de la Chana. Los accesos. "Aceras pequeñas e inseguras por las que no puede pasar una silla de ruedas ni un carrito de bebé. Esta es la entrada aparte de los centros educativos que tenemos en el barrio como el IES Juan XXIII o al colegio Eugenia de Montijo. Tanto que hablan de movilidad y accesibilidad, deberían pasarse por aquí ¿no? Es evidente que por estas calles no pasa ni siquiera un carrito de bebé", comentan desde la asociación.

A ese lado de las vías el barrio se ve de otra manera. Con el parque de las Alquerías -aún cerrado- al fondo, se atisban los esbozos de la ampliación urbanística y la mejora de una de las entradas no sólo al barrio sino también a la ciudad.

Los vecinos hablan ahora de la carretera de la Encina. Una de las vías que conecta la Circunvalación con el barrio pero que sigue sin estar abierta a los conductores. "Prácticamente está terminada, tiene las farolas puestas y todo listo pero no se recepciona. La apertura de esta calle es fundamental para evitar los atascos que hay a horas puntas en toda esta zona de la barriada", comentan los responsables vecinales.

Ni Antonio Valverde ni Rogelio González, miembros de la junta directiva de la Asociación de Vecinos de la Chana, quieren ser injustos con el Ayuntamiento y reconocen que durante estos últimos años sí se han hecho cosas aunque "no las prioritarias". El Consistorio remodeló la rotonda de la Encina en la que se colocó una fuente muy vistosa y el paseo que hay entre esta rotonda y la carretera antigua de Málaga. "Esta parte la dejaron muy bien pero necesitaríamos que siguieran trabajando".

La asociación reclama que se realice un estudio de las zonas de aparcamiento que hay en las barriadas. "Prácticamente no hay espacios para estacionar y tampoco tenemos parking públicos, por lo que no es nada raro ver a los coches subidos en las aceras", apuntan los representantes.

La seguridad tampoco es que sea uno de los fuertes de la Chana. Los responsables afirman que su barrio no es conflictivo y que la presencia de los policías en segunda actividad está ayudando a ganar en seguridad pero no quiere decir que no se necesiten refuerzos. "Los días de mercadillo se congrega en el barrio muchísima gente y es cuando hacen más falta los refuerzos policiales".

La ruptura vecinal con el Ayuntamiento ha dejado en el aire muchas negociaciones y peticiones de los residentes de aquí a las elecciones. Aún así, los portavoces aseguran que seguirán llevando al registro todas sus demandas y denunciando cada uno de los incumplimientos que sufran los vecinos. "La Chana siempre ha sido un distrito reivindicativo y nuestra obligación es reclamar lo mejor para nuestro barrio", concluyen los vecinos.

stats