La Casa Madre de Dios amplía a 59 las plazas para personas sin hogar pero cierra el servicio de ola de frío y calor

La Fundación Casas Diocesanas de Acogida de Granada ha emitido este jueves un comunicado en el que anuncia la ampliación del número de plazas de la Casa Madre de Dios, que pasará a contar con 59 plazas destinadas a la atención integral de las personas sin hogar. Según el comunicado, "este incremento fortalecerá la calidad y continuidad del servicio, permitiendo ofrecer una atención más digna, personalizada y segura, orientada a la reinserción social y la recuperación personal". No obstante, para este incremento y mejora anuncian que se ha procedido al cierre del dispositivo o recurso (de baja exigencia) por ola de frío y calor que hasta ahora se ha llevado a cabo por la Fundación Casas Diocesanas de Acogida, cuya tarea podría ser asumida por otras instituciones sociales en Granada, evitando así la duplicidad y optimizando la gestión de espacios y recursos.

"Esta decisión, dolorosa, es necesaria para reforzar el compromiso de la Fundación de ofrecer una respuesta integral, sostenible, y eficaz, a las necesidades del colectivo de personas sin hogar de Granada, siempre en colaboración con las administraciones públicas, primeras obligadas, y entidades sociales locales", indican.

El Patronato Fundación Pía Autónoma Casas Diocesana de Acogida ha decidido cerrar la posibilidad de acoger nuevos programas asociados a olas de calor o de frío, propios de un recurso de baja exigencia, por varios motivos que se exponen. "En primer lugar, conviene recordar que nuestro proyecto Casa de Acogida Madre de Dios nació con una misión clara que, lamentablemente, se ha ido desvirtuando a lo largo del tiempo: la acogida de personas sin hogar en unas condiciones dignas y con un trabajo a medio y largo plazo que contribuya a su inserción social". Para avanzar en ese objetivo presentó ante la Junta el proyecto de ampliación por un total de 59 plazas destinadas a este fin, suponiendo un aumento de las plazas que actualmente se ofertan. "Contamos con una licencia provisional para esta ampliación, estando inmersos en un largo proceso con la Junta de Andalucía, quedando a la espera de la pertinente licencia definitiva".

Al ampliar las plazas, argumentan, se quedan sin "espacio digno" para ofrecer ese servicio de ola de frío y calor además de que "sostenerlo supone la exigencia de contar con dos licencias de actividad diferentes, ya que se trata de proyectos diferentes, lo que implica también una mayor dificultad de gestión para la Fundación". Tampoco dejan escapar el argumento de la sostenibilidad económica "puesto que no contamos ni con el personal necesario ni con espacios dignos para mantener ese servicio que, además, nos ha acarreado varios momentos de crisis, con el daño que eso conlleva a las entidades integradas en la Fundación".

Problemas con los vecinos y sin recibir el dinero del Ayuntamiento

La puesta en marcha de este espacio para el programa de ola de frío y calor "surgió en gran medida del Ayuntamiento de Granada, que por otro lado no ha aportado de momento la dotación económica comprometida, con el sobreesfuerzo que supone para la Fundación el tener que asumir gastos extra", dicen en el comunicado. "No hay que olvidar tampoco los problemas que, a lo largo del tiempo, y a medida que se ha ido desvirtuando la misión inicial con la que nació el proyecto, se han ido generando con el entorno vecinal". De hecho, esta Fundación ha estimado que, con la adopción de esta decisión, se evitarán problemas de tensión social, además de los ya citados económicos e internos. "La saturación ha llevado a atender a muchas más personas de las autorizadas en ese espacio, poniendo en riesgo la seguridad y calidad del servicio. 3. Impacto social y reputacional: El perfil de usuarios del recurso climático suele presentar un alto nivel de deterioro social y rechazar otros recursos, lo que ha provocado conflictos internos, trifulcas entre usuarios y problemas de convivencia con el entorno. Esta situación ha generado quejas de vecinos y comerciantes, y crisis reputacionales para la entidad gestora del centro. El cierre evita tensiones sociales y conflictos externos provocados por la saturación y la heterogeneidad de perfiles atendidos", inciden en sus motivos.

También insisten en el trabajo en red, por lo que Cáritas Diocesana de Granada ha apoyado económicamente el proyecto de Asociación Edicoma adelantando dinero para que puedan abrir un nuevo recurso. Con esta financiación, el Centro de Acogida Edicoma, que posee experiencia en el cuidado de personas sin hogar, podría ofertar plazas para atenderlas (50 nuevas plazas), especialmente en situaciones de olas de frío y de calor, con lo que esa necesidad quedaría cubierta. Además, dicen que Granada cuenta con otras asociaciones como Calor y Café o Cáritas (Motril).

"El papel de ofrecer alternativas urgentes y mínimas durante olas de frío y calor debe recaer en las administraciones públicas y centros especializados. Su continuidad va en detrimento del modelo de atención integral centrado en la persona y su contexto que promueve la Fundación. Por tanto, el cierre del dispositivo (recurso de baja exigencia) de ola de frío y calor en la Casa Madre de Dios resulta necesario para que la Fundación pueda cumplir su misión central, garantizar la sostenibilidad de los recursos y favorecer un entorno más seguro, coordinado y profesionalizado para atender a las personas sin hogar en Granada", concluyen.

El aumento de plazas permitirá atender a más personas bajo un modelo de atención integral, facilitando no solo el alojamiento, sino también la recuperación del proyecto de vida, la reinserción social y el acceso a servicios básicos en condiciones dignas.