caída de rocas en la A395

¿Qué puede causar desprendimientos de ladera como el de Granada? Frío extremo, terremotos, lluvias... o nada de lo anterior

Retirada de rocas en la A395.

Retirada de rocas en la A395. / antonio l. juárez / PS

Una semana antes del suceso, en una salida rutinaria, miembros del grupo de investigación Análisis del Relieve y Procesos Activos (ARPA), formado por investigadores del departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada (UGR) y del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), se toparon con el talud de la A7. En esos momentos, siete días antes del desprendimiento que se produjo el 11 de marzo de 2021, la inestabilidad se reflejaba por pequeños desprendimientos y la apertura de grietas en la coronación del talud. 

Uno de los investigadores de ARPA, Jorge Pedro Galve, del Departamento de Geodinámica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada (UGR), señala que eventos como el de la A7 o el del pasado domingo en la A395 -que causó varios heridos de carácter leve y obligó a cortar la carretera a Sierra Nevada- "no se pueden pronosticar" pero da algunas claves que pueden ayudar a entender qué pudo ocurrir antes de que enormes rocas cayeran sobre la vía de montaña que lleva a la estación de esquí.

Galve apunta a que eventos meteorológicos como el "frío extremo" de estos días pueden ayudar a comprender las causas del deslizamiento. Las bajísimas temperaturas de este enero -con mínimas de -11 grados en la Sierra- congelan el agua que puede estar en las fisuras de la roca. El hielo que se forma genera presión y abre grietas en la propia roca, que se rompe. Otro fenómeno, además del contraste térmico, que puede explicar deslizamientos son las lluvias. Precisamente las intensas precipitaciones ocasionaron dos deslizamientos a mediados de diciembre en Granada. Uno de los puntos que todavía figura como afectado por la caída de rocas está en Los Caballeros, en el kilómetro 37,65 de la A4132. Otro de los lugares en los que hubo desprendimientos entonces estaba en el Parque del Cubillas, entre los kilómetros 112,65 y 113,88 de la N323a.

Desprendimiento en el Parque del Cubillas el pasado diciembre. Desprendimiento en el Parque del Cubillas el pasado diciembre.

Desprendimiento en el Parque del Cubillas el pasado diciembre. / jesús jiménez / PS

En el caso del derrumbe en la A395 del domingo parece más factible que la causa fuera el frío, ya que no se han registrado precipitaciones en los últimos días. Fenómenos similares también pueden tener como detonante un movimiento sísmico. En este caso de la carretera a Sierra Nevada, desde el Instituto Geológico Nacional (IGN) no se registra ningún terremoto en la provincia ni el domingo ni en los días anteriores. En cualquier caso, reconoce el investigador, las caídas de rocas pueden producirse sin el concurso de ninguno de estos fenómenos meteorológicos.

¿Qué señales pueden alertar de que va a producirse un deslizamiento? "El chineo [caída de pequeños fragmentos de roca] ocurre cuando ya se ha desestabilizado" la zona, apunta el investigador de la UGR, que señala que en el caso de la A395 será necesario tener más detalles para confirmar qué ocurrió.

Aunque la caída de piedrecillas o chinos pueda ser una señal, Galve apunta otra realidad que dificulta la prevención. "Es difícil controlar tantos kilómetros de territorio", al tiempo que subraya que la fisonomía del terreno en Granada es otro elemento a tener en cuenta. Ha habido episodios como el de la A395 en otros puntos, como el ya mencionado en la A7. En la Costa, precisamente, el grupo de investigación en el que trabaja Galve ha trabajado de forma intensa. También en la Alpujarra, en zonas de carretera de montaña. Su tarea, que aún tiene recorrido, trata de encontrar elementos que permitan la prevención de estos fenómenos. Precisamente el hecho de que haya ocurrido un desprendimiento en la A395 servirá al grupo para analizar lo ocurrido en la Sierra, como ya hicieran en puntos como la A7 o Salobreña.

Desprendimiento en la A7, en marzo de 2021. Desprendimiento en la A7, en marzo de 2021.

Desprendimiento en la A7, en marzo de 2021. / R. G.

Estas investigaciones tienen como objeto de interés cómo eventos puntuales terminan por afectar a zonas muy amplias, incluso a poblaciones enteras. "Nos interesa el coste que puede tener en una vía", apostilla Galve, que recuerda que el desprendimiento en la A7 dejó a esta vía con un único carril de circulación durante tres meses.

El estudio ARPA se enmarca en el proyecto europeo Riskcoast del programa Interreg Sudoe; un consorcio de entidades de Portugal, Francia y España que están comprobando in situ la utilidad de diversas herramientas geomáticas en la gestión de los desastres en las zonas costeras. Riskcoast Desarrollo de herramientas para prevenir y gestionar los riesgos geológicos en la costa ligados al cambio climático -que es el nombre completo de la iniciativa europea- cuenta con una inversión de 1,4 millones de euros. En él se han desarrollado y aplicado novedosas herramientas para hacer frente a un abanico de peligros geológicos potenciados por el cambio climático: deslizamientos, subsidencia del terreno por la intensa explotación de los acuíferos durante sequías, erosión y pérdida de suelo tras eventos torrenciales, erosión de costas arenosas y regresión de deltas.

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