La estación de Antequera-Santa se consolida como el gran centro distribuidor del tráfico ferroviario del sur de España. Su posición estratégica se verá reforzada una vez entre en funcionamiento el AVE a Granada, ya que según denuncia el sindicato CCOO de Adif, el puesto de mando y la base de mantenimiento de la línea estará en Antequera, lo que implica la pérdida para Granada de hasta cuarenta puestos de trabajo, cinco de ellos de máxima cualificación.

Los trabajos de construcción y mantenimiento de la nueva plataforma del AVE se coordinan desde Antequera, desde cuyo puesto de mando también está previsto que se regule el futuro tráfico ferroviario de la línea de Alta Velocidad con Granada, según la información del comité de empresa provincial. "Cada empleo en el sector ferroviario genera a su vez hasta siete empleos en otros como servicios, comunicaciones o transporte y mercancías", señalan desde el sindicato, que lamentan que en la provincia, donde hay actualmente en torno a 120 empleados, el trabajador más joven tiene cerca de 50 años.

El centro de control está instalado junto a la estación de viajeros de Antequera-Santa Ana y será el encargado de supervisar la circulación ferroviaria y de todas las operaciones que pueden ser telemandadas con ayuda de procedimientos informáticos. "Es como una torre de control con empleados que están muy cualificados", denuncian.

Las tareas que se realiza desde el centro de Antequera de dividen en cuatro grupos de operaciones o Terminales de Explotación General (TEG) dedicadas a supervisión de la circulación, banda de regulación, telemando de energía y telecomunicaciones. Desde este centro se supervisará la circulación de la línea, se controlarán los detectores de seguridad y se alimentará la información del Sistema Informatizado de Tráfico (SITRA) en el que se evalúa la puntualidad de los trenes, como elementos más importantes, además de coordinar el sistema de control y ayuda a la conducción de los trenes de alta velocidad.

Desde la A-92 se observa nítidamente la ambición con la que arrancaron las obras del AVE a Granada, con los imponentes acueductos en las inmediaciones de Antequera o los túneles de Quegíjares. Estas pretensiones frenan en seco en Loja, en un tramo de 21 kilómetros que debe estar listo antes de fin de año, según confirmó esta semana el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz. A falta de la Variante, presupuestada en 400 millones de euros, este tramo aprovecha la infraestructura del siglo XIX que sólo permite una vía, lo que conllevará que la mitad de la faraónica infraestructura construida entre Loja y Antequera quedará inutilizada, ya que sólo se utilizará una de las vías. En la práctica, esto supone que se tendrá que cegar uno de los túneles de Quejígares, según CCOO, y que los trenes sólo pasarán por una de las vías de los viaductos que llevan años terminados.