Las chirimoyas de Granada se hacen hueco en la Guía Repsol

La ruta de la chirimoya en Granada se ha convertido este año en referente gastronómico nacional después de que la prestigiosa Guía Repsol haya incluido en su última edición el fruto entre los bocados más apetecibles de la geografía española. El documento hace una singular invitación para disfrutar del itinerario donde, asegura, no sólo se disfruta del paisaje, sino de las excelencias gastronómicas más selectas.

"La guía acerca a los lugares de origen de la chirimoya para hacernos disfrutar de sus características y peculiaridades, nos muestra dónde nacen y las gentes que viven de su producción", explican los responsables de la Guía Repsol.

Granada aparece en la guía como destino singular "en el que el fuerte contraste entre el mar y la montaña propicia un clima cálido y frutos exóticos de otro mundo". Y varias recomendaciones a lo largo de una ruta de 57 kilómetros : el castillo árabe de Salobreña o el museo preindustrial del azúcar de Motril.

En el caso de Andalucía, además de la ruta de la chirimoya de Granada, se hace un reconocimiento especial a otro producto de vital importancia en el mundo gastronómico: el aceite de la Sierra de Cazorla. Cada año, la Guía Repsol recomienda dos productos de máxima calidad por cada comunidad autónoma. Todos ellos son comentados por expertos de la Academia Española de Gastronomía. Además, hay un apartado de información nutricional avalado por la Fundación Española de Nutrición en el que se destacan las virtudes de los productos seleccionados.

No solo los productos, también los itinerarios están avalados por expertos en información turística que, de forma muy visual, detallan la ruta a seguir y los lugares a visitar en distintos puntos de la geografía española.

Cada una de las rutas incluye una gran variedad de imágenes y apartados como la visita obligada, las fiestas... y cada uno de los itinerarios recomendados también tiene en cuenta su indicación geográfica protegida.

La aparición del fruto tropical en la guía supone un importante revulsivo para el consumo de este producto. Este año la Costa espera recolectar en su campaña anual más de 35.000 toneladas del fruto, de las que una decena corresponderá a piezas con denominación de origen. Hay más de 30 kilómetros cuadrados de superficie dedicados a este cultivo que, ahora, se ve reconocido en la importante guía gastronómica.