Granada

El circo echa el telón

  • La Escuela de Artes Circenses se disolvió ayer tras casi cinco años de inactividad y una gestión económica pésima que aún está siendo investigada por los tribunales

Todo lo que ha envuelto a lo que en su día se denominó Escuela Internacional de Artes Circenses ha terminado por convertirse en un cúmulo de despropósitos. El Circo del Arte echó ayer el telón casi definitivo tras cuatro años y ocho meses de inactividad y una gestión pésima que a día de hoy está siendo investigada por un juzgado de instrucción de Granada.

Aquel proyecto que puso en marcha el gobierno del popular Gabriel Díaz Berbel allá por 1996, con el apoyo del payaso Miliki, que posteriormente se convertiría en presidente de honor, y que luego daría forma el gobierno tripartito (PSOE, IU y PA), encargado de asumir la obra, ha supuesto uno de los mayores fracasos de las instituciones que formaron parte del Consorcio; una sociedad que poco a poco ha ido abandonando un barco que naufragó casi desde el mismo día de la inauguración, un 28 de abril de 2003.

"No fue una idea acertada establecer un circo en pleno centro de la ciudad", acertó a decir ayer el concejal de Cultura, Juan García Montero, cuya institución plantea ahora crear un centro cívico en dicho lugar, el barrio de la Juventud, "una solución a algo que nació mal".

Rematadamente mal, le faltó añadir al edil de Cultura. El cúmulo de despropósitos se remonta hasta el mismo inicio de las obras que estuvieron paralizadas durante largo tiempo a la espera de que se resolviera un contencioso en el TSJA. Luego llegó la inauguración de un pomposo espectáculo en el que participaron Tricicle, Manel Fuentes o la misma familia Aragón. Desde ese día, prácticamente nada a destacar desde el punto de visto escénico con la excepción de dos espectáculos organizados por la empresa privada Wild Punk, que tuvo que contratar un equipo electrógeno dado que Sevillana cortó la luz por impago, y los conciertos del ciclo musical El sur que se desborda hacia todos los sures que derivó el Ayuntamiento de Granada a la carpa circense y que terminó con la presencia de la Policía Local irrumpiendo en el lugar alertada por los vecinos, molestos por el exceso de ruido.

García Montero trató ayer de maquillar su gestión desde que la Diputación renunciará a formar parte del Consorcio -los últimos abandonos los han protagonizado CajaGranada y La Rural- asegurando que más de 20.000 espectadores han asistido a los actos organizados en el circo.

En el capítulo contable, la historia del circo, pese a su inactividad, no ha podido ser más calamitosa. De hecho, en la actualidad, un juzgado de instrucción ha abierto una investigación penal tras conocerse la "nefasta" gestión del gerente Antonio Albadalejo, sobre el que pesa una querella admitida a trámite por supuesta malversación y abuso de sus funciones. Con anterioridad, la Cámara de Cuentas había certificado los indicios de responsabilidad contable. Al final, resulta cierto aquello de 'montas un circo y te crecen los enanos'.

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