La ciudad de los 43.000 árboles

A los técnicos del área de Jardinería del Ayuntamiento de Granada les basta con echarle un vistazo a los árboles de la ciudad para conocer su estado de salud. Dicen que solo hay que saber mirar. La apariencia de la corteza, el mayor o menor crecimiento, su color y la morfología de sus ramas son capaces de hablarle a quienes dedican su vida a la botánica. Y así, uno a uno, el área de jardinería pasa consulta cada día a los 43.000 ejemplares que hay sembrados a lo largo y ancho de la ciudad.

Para tener a punto todos los ejemplares y evitar las temidas caídas de ramas que en otras ciudades (caso de Madrid) han tenido consecuencias trágicas, el Ayuntamiento pone en marcha todos los años su tradicional campaña de poda.

En el distrito Zaidín en donde más se emplearán a fondo los técnicos, pues en el populoso barrio hay previstas para este invierno podas en 936 ejemplares. Desde el área de Medio Ambiente insisten en que son tan necesarias como demandadas por los vecinos, si bien es cierto que cuando se opta por la tala por recomendación de los técnicos en función de las enfermedades de los árboles y el riesgo de desprendimiento es frecuente que arrecien las críticas.

Las podas en las especies más delicadas y sensibles al frío se realizan a finales de invierno, con anterioridad a la brotación. En el caso de especies con cicatrización difícil se realizan a finales de verano y en otoño. En las especies de madera más compacta y resistente al frío, pueden realizarse durante el invierno y en el caso de la especies más vigorosas se pueden llevar a cabo en primavera a fin de limitar un desarrollo vegetativo excesivo.

La operación de poda requiere mano de obra, coste económico y empleo de una tecnología adecuada a cada maniobra. Los tipos de poda que se realizan en la ciudad de Granada son de dos tipos: las de ligera intensidad y las de gran intensidad. En las primeras se incluyen las podas de limpieza, que tienen como objetivo la eliminación de elementos y formaciones que resultan indeseables en el árbol (ramas secas, rebrotes de la raíz...) Estas operaciones son necesarias en todos los árboles independientemente de su edad, especie, tamaño y situación.

Las podas de formación incluyen operaciones cuyo objetivo es conseguir una determinada forma o su mantenimiento una vez conseguida. También hay podas de realce para facilitar el tránsito por aceras o viales; poda de contención, para acortar las ramas que se dirigen a farolas, fachadas o señales de tráfico o podas de descarga de frutos en especies como naranjos, moreras y aligustrones, con selección de brotes vegetativos y eliminación de fértiles.

El segundo tipo de podas, las de gran intensidad son las que conllevan la reducción de la estructura que presentaba el árbol antes de la intervención. En este caso se trata de una poda drástica, con amputación de todas las ramas secundarias, que ha de efectuarse en las especies que la toleran durante el periodo de reposo vegetativo de los árboles, es decir cuando no tienen hojas. Ese periodo coincide de mediados de noviembre a finales de febrero. "Este tipo de podas son muy traumáticas para los árboles y sin justificación de su necesidad totalmente desaconsejables ", explica el jefe del servicio de jardines, José Manuel Linares.

Además de actuar en el Zaidín, la campaña de poda de este año incluye actuaciones en la zona Norte, donde se podarán 818 unidades, el distrito Ronda (698), Centro (667), Chana (619), Beiro (354), Albaicín (128) y Genil (455). También se actuará en los colegios (286) de forma que cuando se termine de actuar se habrán podado casi 5.000 ejemplares de árboles.

Para ello se han designado dos equipos en la ciudad formados cada uno por dos podadores, tres operarios de apoyo para vigilancia de transeúntes y recogida de ramas; un camión grúa con cesta, una trituradora de ramas y un camión para transporte de restos triturados a las zonas ajardinadas de la ciudad.

Entre las especies más habituales en Granada están el Platanus sp, con 4.955 ejemplares plantados, el Melia azedarach o cinamomo (3.410), el citrus aurantium o naranjo amargo (2.437); el Cupressus sempervirens o ciprés común (2.470) y el celtis australis o aligonero (2.217). También son muy comunes los acer negundo, o lo que es más fácil el arce (1.651).