La ciudad despierta del 'coma' estival

La mayoría de los granadinos ha terminado ya sus vacaciones y comienza su rutina, lo que se nota en el tráfico, en las tiendas y en los supermercados · Con todo, la normalidad absoluta no llegará hasta la vuelta al colegio

Las calles están mucho más animadas que hace sólo una semana.
Las calles están mucho más animadas que hace sólo una semana.
S. V. / Granada

01 de septiembre 2010 - 01:00

La ciudad ha despertado del 'coma', del letargo estival en el que cae durante el mes de agosto con el éxodo de los granadinos a las playas para disfrutar de las vacaciones. Aunque este año es verdad que mucha gente ha tenido que conformarse con unas vacaciones más cortas o simplemente de fines de semana, como han dicho los hosteleros tras el balance del verano, el mes de agosto la ciudad se queda casi desierta y la mayor actividad se ve durante el día debido a los turistas.

De hecho, la mayoría de los comercios cierran por las tardes o recortan sus horarios debido al descenso de clientes, el tráfico se olvida de los atascos habituales en la ciudad durante el resto del año y el pulso de todo es mucho más lento que cualquier mes de invierno.

Pero este estado de 'somnolencia' ya se ha pasado y desde hace dos días se nota mucha más actividad en la ciudad. Lo notan todos: los que se han quedado sin vacaciones y se encuentran ya más acompañados por las calles y los que regresan, que se topan de nuevo con las primeras colas.

Y en los próximos días ya se volverá a la normalidad absoluta, que la marca psicológicamente el inicio del curso escolar: las guarderías hoy, Primaria el 10 y Secundaria el 15.

Los primeros en notar el aumento de gente tras el verano son los comercios de alimentación. La gente tiene que llenar las neveras tras una temporada fuera de casa y lo primero que se suele hacer es limpiar y hacer la compra en el supermercado. Y suelen ser grandes compras ya que hace falta reponer todo para iniciar bien el otoño.

Desde el lunes las grandes superficies comerciales se afanan por reponer las estanterías para que no falte de nada y abrir todas las cajas para que haya más fluidez. Con todo, en algunos casos (sobre todo a horas punta y en supermercados de cadena) las colas se hacen interminables.

El comercio tradicional también lo está notando. En la frutería José Manolo, en Doctor Olóriz, desde el lunes sí que notan este aumento de gente tras el verano. "Las mañanas ya son más movidas y sí que mucha gente ha vuelto de vacaciones y viene para reponer y llenar las neveras", explica Lidia, una de las dependientas.

En Mariscal de la Avenida de la Constitución también han notado el cambio de esta semana. "Sí que hemos notado un aumento con respecto a agosto pero en esta zona la gente aprovecha hasta el último día y la normalidad la recuperamos el 15 de septiembre, cuando los niños vuelven al cole y ya está por aquí todo el mundo", dice Lola Ballesteros, que reconoce que el verano no ha ido del todo mal.

Los comercios ajenos al sector alimentación como son las tiendas de ropa, de calzado, de complementos, de teléfonos, estancos y todo lo que se precie también han eliminado esta mañana los carteles de "horario de verano" de sus escaparates y ya comienzan a tener actividad de tarde e incluso horario ininterrumpido. Todo con la voluntad de comenzar un nuevo curso con un aumento de las ventas porque parece que el verano, según los datos de los comerciantes, no ha sido muy boyante.

El quiosco de prensa de la Caleta comenzó ayer a abrir también por las tardes. "El verano ha sido muy flojo, no sé si porque se ha ido mucha gente y los turistas no compran prensa y revistas o porque ante la crisis se prescinde de los diarios, así que esperemos que vaya el otoño mejor", explica Carlos Hernández.

Además de las compras, el tráfico es el elemento que desde siempre (y más aún desde que media ciudad está ocupada por las obras del Metro) ha marcado el pulso de la ciudad. Mucha gente, atasco seguro y aparcamientos imposibles; poca gente, fluidez y llegada a los destinos en pocos minutos, un sueño que apenas se puede vivir un mes al año, agosto.

Ayer ya hubo más tráfico, sobre todo en las entradas de la autovía a primera hora de la mañana y a mediodía. Encontrar un aparcamiento también costaba dar alguna vuelta más, aunque todavía la masa de coches que ocupa las calles de Granada durante el año no se ha formado, pero es cuestión de horas o días que lo haga.

No obstante, el hecho de que el 1 de septiembre haya caído en miércoles ha hecho que el regreso haya sido escalonado desde los más previsores, que volvieron el viernes pasado, a los que apuran más, que lo hicieron ayer por la tarde e incluso esta mañana.

Después habrá otra hornada de regreso de vacaciones el 15 de septiembre aunque ya menor porque julio y agosto son los meses donde se concentran el 80 o 90% de las vacaciones de los trabajadores.

En los autobuses urbanos encontrar un asiento libre se hace ya más difícil que en pleno agosto, cuando en función de la hora se podía ir casi solo durante todo el viaje.

Otro regreso esperado es el de los alumnos, sobre todo en una ciudad universitaria como Granada. Desde hace días las estaciones de tren y autobuses han visto cómo ha aumentado el número de viajeros. La mayoría son estudiantes que vuelven ya a la ciudad para iniciar el nuevo curso. Además, las bibliotecas -como es el caso de la Biosanitaria, por ejemplo- también tienen desde finales de agosto más 'clientes', los estudiantes que tienen que examinarse en septiembre de alguna recuperación.

También se nota la vuelta a clase en los jóvenes que buscan piso, que se vienen unos días antes para buscar un buen sitio donde vivir durante el curso, que esté bien conservado y sea barato.

En definitiva, un regreso a la normalidad que está devolviendo la vida a la ciudad.

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