Las comisarías de la Policía llevan semanas sin mantenimiento

Interior rescinde el contrato con la empresa adjudicataria del servicio, que lleva cinco meses sin pagar a sus empleados. Ahora se ocupan agentes en segunda ocupación.

Entrada de la comisaria del Zaidín, la que más deficiencias presenta.
F. Pérez Ávila / A. Asensio

06 de agosto 2013 - 01:00

Las comisarías de la Policía Nacional en Granada llevan semanas sin servicio de mantenimiento. La empresa valenciana Arción, que tenía adjudicado estos trabajos, está en concurso de acreedores y lleva cinco meses -la última nómina fue la de febrero- sin pagar a sus dos empleados en la provincia. Por ello, el Ministerio del Interior ha decidido rescindir el contrato y en estos momentos está tramitando la baja del mismo. En septiembre está previsto que se publique un nuevo concurso para adjudicar el servicio, pero aún no hay fechas exactas sobre la reanudación del mismo. Mientras tanto, todas las dependencias de la Policía Nacional en Granada y la provincia carecerán de mantenimiento.

No se trata de un asunto baladí, ya que el personal de esta empresa se encargaba de todas las reparaciones excepto de las informáticas o relacionadas con las telecomunicaciones.

En Granada la principal instalación de la Policía Nacional es la de La Palmita, de reciente construcción, pero con una superficie de unos 16.000 metros cuadrados que hacen necesario, según fuentes consultadas, un empleado de forma permanente para ocuparse de su mantenimiento. Además, la comisaría de Baza se encuentra en un edificio histórico, por lo que los trabajos en la instalación son constantes. A esto se suma el estado de la comisaría del Zaidín, que para el SUP, es "tercermundista", calificativo que también emplea el presidente de la Asociación de Vecinos del Zaidín, Antonio Ruiz. Según indica el sindicato policial, estas oficinas "no admiten reformas, sino que se construya una nueva", en lo que también coincide Ruiz, que pide que se levante una nueva comisaría en el solar ubicado entre las dos fases de la rehabilitación de Santa Adela, tal y como estaba proyectado, pero que no tiene visos de salir adelante por falta de presupuesto.

El SUP señala que de las tareas de mantenimiento se están ocupando ahora agentes en segunda actividad, una solución que no ven adecuada porque "hay dos personas que se han quedado en la calle". Estos agentes no intervienen cuando se produce, por ejemplo, una avería eléctrica. En estos casos se llama a un electricista para que realice el trabajo. La diferencia con respecto a la situación anterior es que los empleados que trabajaban en las sedes policiales granadinas las conocían al dedillo y podían solucionar cualquier problema de forma más rápida que un trabajador externo que no está familiarizado con las instalaciones. En este sentido, fuentes consultadas indican que lo habitual era que los trabajadores que ahora se han quedado en la calle desarrollaran un mantenimiento preventivo para evitar que pudieran llegar a producirse esas incidencias.

Por el momento, esta situación no afecta al trabajo diario de los agentes ni a la atención que se presta a los ciudadanos, aunque desde el SUP se asegura que los recortes han llegado a otras partidas. Por ejemplo, denuncian que en la Jefatura Superior de Policía algunos agentes se han quejado de la falta de papel higiénico en los aseos.

La Dirección General está intentando acelerar los plazos para recuperar la normalidad del servicio cuanto antes, si bien hasta septiembre posiblemente no pueda publicarse el nuevo concurso para adjudicar el servicio.

En total, en Granada se ven afectadas cinco comisarías, las de Motril y Baza en la provincia y las de la Plaza de los Campos, La Palmita y la Plaza de las Palomas en Granada.

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