Granada

El complejo del acelerador iniciará las obras en verano

  • Se crearán dos oficinas para acceder a los fondos europeos que permitan materializar el proyecto

  • De cumplirse el calendario, los primeros estarían concedidos en junio de 2019

Como un paso de gigante. Así calificaron las instituciones la reunión que tuvo lugar en el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para el impulso de la candidatura de Granada para la construcción del acelerador de partículas del proyecto IFMIF-Dones, y que contó con la dirección del ministro del ramo, el astronauta Pedro Duque. Las principales conclusiones fueron la constitución de dos oficinas, una técnica y otra de gestión, que acaben conformando el futuro consorcio del acelerador; y la puesta en marcha de los trámites para acceder a diferentes tipos de financiación que permitan el acceso a fondos europeos que desemboquen, si no hay contratiempos, en la construcción de los que serían los primeros edificios que formarían parte del complejo del IFMIF-Dones en Escúzar, en las puertas de la comarca del Temple.

Básicamente, lo que ayer decidieron las principales instituciones impulsoras del proyecto es ponerlo a andar, darle carta de naturaleza ante el resto del planeta. Para ello, es necesaria la creación de un cuerpo que canalice la financiación inicial para la puesta en marcha de proyectos. Esto se materializará en las próximas semanas con la creación de una oficina técnica en la sede del Ciemat (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) en Madrid. Esta se desarrollará en paralelo a una unidad mixta de investigación entre este centro y la Universidad de Granada, destinada al estudio y propuesta de proyectos científicos. Ambas serán el germen del futuro consorcio para la construcción del acelerador de partículas, que deberá estar encabezado por la Junta de Andalucía y el Ministerio de Ciencia. La reunión sirvió para confirmar la creación del mismo, aunque el camino sea largo, de al menos nueve meses: el proyecto necesita plasmarse en una ley que sea aprobada por el Consejo de Ministros.

Las dos primeras ayudas europeas que se pedirán serán de 4 y 30 millones de euros

La clave de bóveda está en la primera de estas oficinas. A través de ella se canalizarán las ayudas procedentes de Europa, que en paralelo a la conformación del consorcio, permitirán materializar partes clave del proyecto. De un lado, iniciará la tramitación para acceder a los 4 millones de euros derivados de la inclusión del proyecto IFMIF-Dones en el Foro Estratégico Europeo de Infraestructuras de Investigación (Esfri) el pasado verano, que de manera formal considera al acelerador como proyecto prioritario y estratégico para la Unión Europea. Con esta partida, informaron fuentes próximas, se pretende ayudar al diseño previo de la estructura de forma global, creando los diferentes departamentos, estableciendo las necesidades de recursos humanos, y encontrando el emplazamiento exacto del IFMIF-Dones, entre otros. Al mismo tiempo, se haría una petición antes de fin de año para acceder a unos 30 millones de euros procedentes de fondos FEDER que se concederían para el mes de junio, según las estimaciones de los promotores de la idea. Esta partida sería fundamental para, de esta forma sí, empezar a ver movimientos de tierras y maquinaria en Escúzar, ya que permitirían la construcción de los que serían los dos primeros edificios del complejo. No sólo eso, si no que con este dinero se harían las primeras contrataciones de personal (del Ciemat y la UGR) y se equiparían de material científico ambos inmuebles, además de afrontar otro tipo de contrataciones externas.

El IFMIF-Dones es un proyecto internacional que se impulsa en el marco de la misión de la Empresa Común Europea Fusion for Energy y que persigue la construcción de una fuente de neutrones para cualificar los materiales que se utilizarán en los futuros reactores de fusión nuclear. Se trata por tanto de un "elemento esencial" en el camino para desarrollar esta fuente de energía alternativa, más limpia e ilimitada.

La instalación es complementaria al proyecto del Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER, por sus siglas en inglés), que se está construyendo en el sur de Francia para la obtención de una nueva fuente de energía basada en la fusión nuclear y con un fin comercial. En esta iniciativa participan la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, Rusia, China, Corea del Sur e India.

El presupuesto de construcción de esta infraestructura se ha estimado entre 400 y 600 millones de euros. El Ministerio de Ciencia y la Junta de Andalucía son promotores de la propuesta española desde el punto de vista económico y se han comprometido a invertir en torno a 200 millones de euros.

De esta forma, esa financiación del proyecto se nutriría de unos 130 millones de ayudas asignadas al Programa Operativo Feder de Crecimiento Inteligente 2014-2020 y de una partida de unos 65 millones procedente del Programa Operativo Feder de Andalucía 2014-2020.

En la candidatura, además del Ministerio de Ciencia y la Consejería de Conocimiento, están implicados los Ayuntamientos de Granada y Escúzar, la Diputación provincial, la Confederación Granadina de Empresarios, la UGR, el Ciemat, la Asociación Española de Industria de la Ciencia y la Plataforma Tecnológica Española de la Industria de la Ciencia.

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