El conductor kamikaze de la A-92 pasará hoy a disposición judicial

El hombre de 40 años, de origen senegalés y con pasaporte francés, que el sábado se empotró contra un vehículo patrulla de la Guardia Civil tras conducir en sentido contrario casi 40 kilómetros en la autovía A-92, sigue detenido en Guadix a la espera de pasar hoy a disposición judicial.

Aunque en un primer momento fuentes de la Guardia Civil indicaron que el implicado en el suceso había quedado ayer en libertad, finalmente señalaron que permanecía detenido en dependencias del Instituto Armado a la espera de pasar ya hoy a disposición del juzgado de guardia, que finalmente decidirá sobre su situación y podría atribuirle al menos un delito contra la seguridad vial.

Un portavoz del instituto armado detalló que los agentes intentaban interceptar el vehículo desde el kilómetro 333 de la autovía A-92, en el término almeriense de Abla, pasadas las 0 9:00 horas de ayer.

A lo largo del recorrido el conductor, cuyo último domicilio conocido estaba en Vitoria, hizo caso omiso a la advertencias de las distintas patrullas de la Guardia Civil movilizadas hasta que, a la altura del término municipal de Guadix, se colocaron varios vehículos como "parapeto" para intentar interrumpir su marcha.

Finalmente el coche impactó contra uno de las patrullas del Instituto Armado atravesadas en la vía, que había sido cortada por la Guardia Civil para evitar colisiones con otros vehículos que circularan por la zona.

Según las primeras hipótesis, el conductor podría sufrir algún tipo de problema psicológico o mental y se descartó cualquier tipo de acto relacionado con el terrorismo. De hecho, se baraja la hipótesis de una motivación suicida en el conductor, que hizo caso omiso durante varios operativos previos y que finalmente se estrelló a gran velocidad contra un coche de la Guardia Civil, que le frenó el paso para evitar otros accidentes.

Se intentó frenar en la propia provincia de Almería, desde donde emprendió el viaje, en otro punto en La Calahorra pero no deponía en su actitud y fue necesario recurrir a la barrera de vehículos para intentar que frenara, cosa que no hizo embistiendo a los coches de la Guardia Civil que se habían posicionado en la vía.