El conflicto en la hostelería se recrudece con una nueva ruptura de las negociaciones

Los sindicatos reprochan a la patronal que envíen a dialogar a personas sin capacidad de firma

Una de las manifestaciones llevadas a cabo por el sector este verano.
Una de las manifestaciones llevadas a cabo por el sector este verano.
R. G. Granada

25 de noviembre 2014 - 01:00

UGT y CCOO dieron ayer por rotas las negociaciones que mantenían con la patronal para renovar el convenio colectivo de la hostelería de Granada al considerar que la parte empresarial actúa de manera intransigente. Los dos sindicatos han decidido romper la negociación después de un encuentro celebrado ayer con la patronal, a la que han reprochado que envíe a negociar a "personas asesoras" que no tienen capacidad de firma ni pueden asumir compromisos de la parte empresarial.

En un comunicado, UGT y CCOO han argumentado la ruptura de las conversaciones con la Asociación de Hostelería por la "intransigencia de la patronal, que mantiene su pretensión de eliminar la ultraactividad" del convenio.

El sector ha mantenido diferentes movilizaciones después de las cuatro jornadas de huelga que celebraron los pasado días 29 de agosto y 4, 10 y 11 de septiembre para reivindicar una negociación "justa" de su convenio colectivo, que afecta a unos 15.000 trabajadores. La reunión celebrada ayer a petición de los sindicatos no ha permitido poner fin al conflicto laboral, que se ha originado durante la negociación para aprobar un convenio colectivo de cuatro años de vigencia. Los sindicatos han pedido una subida salarial en 2014 del 0% y en 2015, 2016 y 2017 del 1,5% anual y la distribución irregular de la jornada durante tres meses como máximo a razón de 9 horas de trabajo al día. Durante las negociaciones, UGT ha mantenido que sus propuestas representan un "gran sacrificio" que la patronal de la hostelería se niega a considerar porque pretende reducir derechos laborales y pactar la pérdida de ultraactividad del convenio colectivo. UGT y CCOO han apuntado como decisiva en la ruptura de las negociaciones la pretensión de eliminar la ultraactividad, lo que supondría a su juicio dejar a los trabajadores en condiciones pésimas y que sufran rebajas salariales y pérdida de derechos.

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