Un muro de contención del centro Nevada amenaza con desplomarse

La paralización a la que está sometido el centro comercial Nevada está empezando a pasar factura al edificio. Y es que las últimas lluvias han reblandecido el terreno y han hecho que ceda un muro de contención que sujetaba un talud de tierra, lo que supone un riesgo importante para las personas que pasan por la zona.

La dirección de obras del Metro fue la primera en alertar a principios de febrero del desplazamiento de un muro en la calle Darwin, lo que llevó al Ayuntamiento de Armilla a desplazar hasta la zona a los técnicos municipales y un arquitecto con el propósito de evaluar la situación. El informe técnico determinó que el muro había cedido 9 centímetros en la corona y 5 en su base, lo que obligó a acordonar la zona. Acto seguido el Ayuntamiento notificó la situación de peligro a la empresa promotora del edificio Nevada, General de Galerías Comerciales, y al juzgado de lo Penal 3, quien instó a la empresa a acometer las medidas de seguridad oportunas antes de 15 días, que empezaron a contar a partir del 24 de febrero.

"Hay que acometer las actuaciones cuanto antes; aunque la seguridad de las personas está garantizada puesto que la zona está acordonada y no es lugar de paso de los trajadores del Metro", explica el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Armilla, Víctor Cid, quien reconoce que las medidas a tomar son mínimas, de hecho retirando la tierra se evitará que el muro se desplome.

"En principio este edificio tendría que estar cerrado, de forma que no se filtrara el agua; al estar las obras paralizadas y con la cantidad de lluvia que ha caído el terreno se ha reblandecido", apunta el concejal de Urbanismo de Armilla, quien asegura que dejarán pasar los 15 días de plazo que ha dado el juzgado antes de iniciar actuaciones legales para obligar a que se repare el daño.

Fue el juzgado de lo Contencioso Administrativo 1 el primero en parar la construccion del centro comercial el 1 de diciembre de 2006, si bien autorizó algunos trabajos de seguridad. La segunda orden de paralización -esta vez ya total e inmediata- se produjo el 26 de abril de 2007. Fue emitida por el juez Miguel Ángel del Arco, tras tener conocimiento de que los obreros del Nevada, presuntamente, estaban llevando a cabo trabajos que no habían sido autorizados por el juzgado contencioso, tales como la colocación del mármol de la fachada.