Cuando llegan los días previos a fin de Año, son muchos los niños y adultos que terminan de escribir sus cartas a los Reyes Magos, reflexionan acerca de sus comportamientos y acciones durante ese año, escriben sus propósitos y piden que el año venidero les traiga lo mejor a ellos y su familia. Sin embargo, este año  los deseos y los regalos que piden los granadinos podrían no solo quedar en vagas ideas, sino que podrían hacerse realidad, gracias a la intervención de unas mujeres con una gran fe probada, profunda, y a las que  el amor de Dios impulsa y guía sus vidas en los conventos de clausura de Granada.

Muchos se preguntarán, pero ¿cómo es esto posible?. Por segundo año seguido, se ha puesto en marcha una iniciativa a través de la cuál los granadinos podrán acercarse durante este periodo navideño a los buzones  y a los tornos de los distintos conventos de clausura que hay alrededor de toda la provincia, para dejar sus cartas y sus peticiones de oración para el próximo año 2020. Las  religiosas recogerán sus demandas especiales para el año próximo y rezarán por todos ellos para que sus sueños se hagan realidad.

Se trata de una propuesta organizada por la Delegación Episcopal para la Vida Consagrada y los responsables del Centro Cultural Nuevo Inicio durante el tiempo litúrgico de Navidad, que busca conseguir que estas monjas participen de manera activa, por medio de su vocación y su estilo de vida, por las necesidades de aquellos granadinos, tanto niños y adultos, que acuden hasta ellas. 

Gracias a este proyecto, la tradición cristiana de la adoración de los Reyes Magos de Oriente al niño Jesús, que se celebra cada día seis de enero y marca el final de la fiesta de Navidad para la Iglesia católica, puede llegar a adquirir un significado más profundo, espiritual y cercano.