Un cormorán noruego se 'muda' a la Charca de Suárez

Los cormoranes suelen habitar en el mar y en los estuarios fluviales, aunque también en algunos lagos de agua dulce y en ríos. Los más norteños emigran al sur en invierno y se asientan en lugares en los que dispongan de comida en abundancia. A uno de estos ejemplares, procedente de la lejana Noruega, le debió parecer que la Charca de Suárez era uno de estos lugares, cuando decidió quedarse.

El pasado 12 de enero, el servicio municipal de vigilancia de la reserva natural concertada halló en el humedal un cormorán anillado perteneciente a la especie phalacrocorax carbo sinensis, más conocido como cormorán grande o negro. Tras identificar la anilla en el sistema internacional de búsqueda, se constató que el ejemplar fue marcado tras su nacimiento en Store Rova (Noruega), en junio de 2012, por parte del personal del Museum Stavanger.

El responsable de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Motril, José Luis Chica, destacó que aunque esta especie de ave se encuentra en expansión, "es la primera cita en Andalucía de un ejemplar procedente de Noruega", ya que anteriores identificaciones muestran que mayoritariamente estos cormoranes proceden de Holanda (57,3%) y Dinamarca (30,1%), pero también se han registrado aves de Alemania, Suecia, Bélgica y Polonia. Chica subrayó que "la presencia de este ejemplar en la Charca de Suárez ratifica la importancia del humedal en las rutas migratorias continentales y el papel de refugio que realiza para un gran número de especies de avifauna".

El cormorán es un pájaro acuático de color negro de unos 77-94 centímetros de alto y entre 121 y 149 de envergadura, de larga cola y una garganta amarillenta. Anida principalmente en los acantilados de la costa o en árboles -que en ocasiones son destruidos por los desechos de los pájaros-, y ocasionalmente en tierra adentro y, aunque están presentes en todo el mundo, la mayoría se encuentran en el litoral atlántico, sobre todo, en Europa y Norteamérica.

Una de las curiosidades de este animal es que en el pasado fue cazado hasta su casi extinción, porque los pescadores los consideraban como un competidor. Gracias a los esfuerzos conservacionistas su número se ha incrementado. Actualmente hay unos 450.000 ejemplares adultos en Europa Occidental.