cosmética saludable Ecología vs. química
La piel tiene memoria a largo plazo y los daños que sufre hoy pueden no verse hasta pasados 20 años Los productos alternativos de higiene tienen como mínimo un 95% de sustancias de origen natural
En la era del culto al cuerpo el consumo de productos cosméticos crece a un ritmo vertiginoso. Por su parte, las alergias y problemas dermatológicos también aumentan de forma preocupante. Y es que somos lo que comemos, pero también lo que nos ponemos, por lo que cada vez son más las personas que apuestan por una alternativa natural, libre de sustancias químicas.
Cada día entran en contacto con la piel decenas de sustancias presentes en alimentos, vestimenta, productos de higiene personal y cosmética. Por separado no suponen ningún riesgo para la salud al encontrarse en pequeñas cantidades, pero "la suma de todos los elementos que se van acumulando en nuestro cuerpo pueden llegar a ser nocivos, así como las reacciones que se producen entre algunos químicos", explica la propietaria de una de las tiendas de cosmética natural de la capital, Gádor Sánchez.
La piel tiene memoria, y los daños que sufre hoy se verán a largo plazo. Por ejemplo, la aparición de una mancha puede corresponder a quemaduras solares que se padecieran hace diez o veinte años, por eso hay que cuidarla y mimarla sin utilizar productos que puedan ser agresivos a largo plazo, subraya Gádor.
Los productos de cosmética natural son aquellos que cuentan con menos de un 5% de sustancias químicas, siempre y cuando se haya probado que no sean dañinas para la salud.
La vertiente más purista apuesta por el consumo de productos ecológicos, en los que no sólo se reduce la cantidad de químicos, sino que las plantas que se utilizan provienen de cultivos con abonos naturales.
El éxito creciente de este tipo de cosmética frente a la convencional se debe en parte a que la eficacia se nota casi desde primera hora, ya que se necesita tres veces menos de producto para obtener el mismo resultado. "Una crema cualquiera suele llevar tanta parafina que abre muy rápido el poro para que se absorba el producto, pero automáticamente se cierra y las capas internas de la piel van pidiendo hidratación pero no reciben lo que necesitan", subraya la propietaria, que añade que la cosmética ecológica, sin embargo, la va absorbiendo la piel a su ritmo y llega hasta las capas profundas.
El interés entre los granadinos por este tipo de productos naturales ha crecido, aunque la situación económica lleva a que más compradores consuman menos, apunta Sánchez. Asimismo, la cantidad de comercios especializados aún no son muchos. Es más común encontrar tiendas ecológicas genéricas que puedan tener material cosmético, pero que también se dediquen a la alimentación, por ejemplo.
En cuanto a la nutrición saludable, en los últimos años la sociedad ha adquirido mucha más conciencia responsable. La cosmética natural, sin embargo, es una cuestión más novedosa que tendrá que seguir un proceso parecido de asimilación, para convertirse en un hábito y colarse en el carro de la compra.
"Existe el convencimiento de que estos productos son más caros", asegura Sánchez, y se convierte en un handicap a la hora de aproximarse al grueso de los ciudadanos. Realmente no se puede competir con el coste de una marca blanca, pero el precio es muy similar al de cualquier firma convencional. Algunos productos de higiene básica como el champú tienen un coste superior, al tener un proceso de producción más artesanal y elaborado, pero "al hacer cuentas pueden suponer un ahorro, teniendo en cuenta que cada artículo puede durar tres veces más que uno convencional", recalca Sánchez.
Los compradores de este tipo de género suelen preferir el trato personal, sin embargo, internet puede ser muy buen escaparate para darlo a conocer. "Hay mucho interés por los productos saludables, la gente investiga a través de la web y luego se acerca al establecimiento a probar y tocar el producto antes de adquirirlo", explica la propietaria.
El consumidor ecológico, que suele corresponder con el perfil de mujer de entre 30 y 40 años, se caracteriza por ser responsable con el medio ambiente que al tener esta conciencia arraigada "no consume por consumir, compra lo que necesita", comenta Sánchez, así que los artículos de mayor éxito son todos los productos básicos de higiene.
Para aprovechar la tendencia al alza del mercado de lo ecológico algunos establecimientos dan a conocer sus productos como naturales, sin cumplir con los requisitos. "Algunos simplemente lleva un pequeño porcentaje de planta y ya se suman al carro", denuncia la propietaria, que añade que para evitar este tipo de engaño se recomienda leer todos los ingredientes del artículo antes de adquirirlo.
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