La crisis ciudadana que se vive en la zona Norte de la ciudad ha llegado a plena calle recogidas. Con velas en la mano un centenar de vecinos se han concentrado frente a la parroquia para unir fuerzas con el Defensor del ciudadano y el párroco del barrio de la Paz. No ha sido una performance, para ellos sujetar una vela es lo que para cualquier granadino que viva en otro barrio, encender un interruptor. 

Bajo cantos como "tu hijo estudia, el mío también", los habitantes de la zona Norte han querido poner de relieve de nuevo lo que les sucede sin parar desde hace cuatro años. Vivir bajo la luz de la vela es ya casi costumbre imperativa, porque según denuncian,  varias veces al día y varios días a la semana, su sistema eléctrico se desconecta. 

Afecta a niños, ancianos, enfermos, dependientes y familias enteras y todos ellos han acudido a la cita programada para exigir que alguien, sea Endesa, el Ayuntamiento o el gobierno de España, de un paso al frente para frenar la situación de estos vecinos que tal y como aseguran, pagan su factura de luz y sufren consecuencias que no les corresponden.