Granada

La crisis dispara los talleres ilegales en Granada

  • La Policía Autonómica quintuplica las inspecciones sobre los negocios de reparación de automóviles en sólo un año Las denuncias suben de 13 a 76 en esos doce meses

La crisis económica ha provocado la proliferación de talleres ilegales de reparación de automóviles. Mecánicos que antes trabajaban para algún concesionario y perdieron sus empleos han montado ahora sus propios negocios al margen del canon y no siempre cumplen con todos los requisitos exigidos por la normativa. A ellos se le unen también quienes tienen dos trabajos. Es decir, por la mañana mantienen su empleo en algún taller y por la tarde reparan automóviles en un local propio practicando una competencia muchas veces desleal a la empresa que le paga. Y este fenómeno se ha disparado en la provincia de Granada de la mano de la crisis.

Prueba de ello son las estadísticas de la unidad adscrita de la Policía Nacional a la Junta de Andalucía, conocida popularmente como Policía Autonómica. En el año 2013, entre las fronteras granadinas, sus efectivos quintuplicaron las inspecciones a talleres que habían realizado un año antes. Pasaron de 20 controles en el año 2012 a 100 en 2013, de acuerdo a las referencias que aporta la delegación del Gobierno andaluz en la provincia. De ellos, 76 inspecciones dieron como resultado la apertura de un acta o denuncia por distintas irregularidades.

También las infracciones detectadas se multiplicaron por ocho, ya que en 2012 se encontraron un total de 31 infracciones en los talleres con irregularidades. Sevilla es, con diferencia, la provincia andaluza con más inspecciones sobre talleres.

Según fuentes de la Consejería de Justicia e Interior, la Policía Autonómica se ocupa en sus inspecciones de comprobar la vigencia de los permisos y licencias para el ejercicio de la actividad en estos establecimientos de reparación de vehículos, así como de verificar si hay un adecuado tratamiento de los residuos tóxicos que se generan en los talleres como aceites y otros líquidos que pueden suponer un riesgo para el medio ambiente y la seguridad de las personas.

Las infracciones más frecuentes denunciadas durante el pasado año por la Policía Autonómica en los talleres mecánicos andaluces fueron la carencia de una licencia municipal para ejercer esta actividad y no estar inscrito el propietario del establecimiento en el registro de pequeño productor.

Las otras infracciones más denunciadas por los agentes autonómicos fueron las relacionadas con el medio ambiente, por incumplimiento de la Ley 7/2007, de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental, fundamentalmente la mezcla de diferentes categorías de residuos peligrosos, la mezcla igualmente de desechos tóxicos con otros que no tienen tal consideración y la entrega, venta o cesión de esos residuos contaminantes a un gestor no autorizado.

"Se ve claramente una relación entre la crisis económica y la proliferación de estos talleres", apuntó el responsable de Medio Ambiente de la unidad adscrita, Tomás Rodríguez. El agente señaló, asimismo, que la mayoría de las inspecciones que hacen surgen tras las denuncias de la patronal del sector; especialmente, de asociaciones de talleres de reparación de automóviles. También hay inspecciones por iniciativa propia y por denuncias anónimas que recibe la Policía.

Una vez que llegan al taller, los agentes comprueban si cumple con todos los requisitos exigidos por la normativa. "Algunos de estos espacios no tienen máquinas homologadas, lo que puede ocasionar problemas de seguridad vial. El cliente ha de saber que su reparación puede no ser del todo correcta", indicó el responsable de la Policía Autonómica, que también destacó la fuerte competencia desleal que suponen estos negocios clandestinos para el sector.

"Nos preocupa mucho el tema medioambiental. En algunos de estos talleres se mezclan residuos que deberían destruirse y esto genera contaminación. Tales como el aceite, los filtros y las baterías. Los talleres han de tener contratado un gestor de residuos autorizado para que destruyan estos elementos. Sin embargo, en alguna ocasión hemos llegado a ver que se vierten ácidos y otros fluidos a la red de alcantarillado público, lo que podría llegar a ser considerado incluso como un delito contra el Medio Ambiente".

Rodríguez explicó que todos los talleres tienen que contar con un gestor de ese tipo puesto que, de lo contrario, es difícil deshacerse de aceites, baterías y filtros. "A veces nos dicen que los llevan a un punto limpio, pero no es este el protocolo a seguir ni tampoco sabemos qué tipo de tratamiento puede seguir el residuo en el punto limpio", añadió.

En el caso de que no haya gestor de residuos conocido, los efectivos de la unidad de la Policía Autonómica levantan un acta que se envía a la Consejería de Medio Ambiente. Este documento se convertirá, posteriormente, en una multa. Si el negocio no tiene licencia de apertura, en ese caso el acta se deriva al ayuntamiento de la localidad en cuestión, que es el competente en esta materia.

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