La 'cruzada' contra Fernando Bayona continúa ahora en su pueblo natal

Las consecuencias de las imágenes que Fernando Bayona creó para su colección Circus Christi han llegado hasta Aldeahermosa de Montizón, la pequeña localidad jienense en la que nació el artista. Allí, durante la noche de este domingo, un grupo reducido de personas entró en la iglesia y destrozó una de las pinturas murales del altar mayor que Bayona había pintado junto a dos compañeros más de la facultad hace diez años, cuando él seguía siendo estudiante de Bellas Artes en Granada.

El objetivo principal de los vándalos era la pintura del Cristo, cuya cara arrancaron de la pared con una espátula y se llevaron del interior de la Iglesia. El párroco de la localidad, Miguel Ángel, ya ha denunciado los hechos a la Guardia Civil, que ha precintado la Iglesia. Por su parte, Bayona ha interpuesto otra contra la parroquia, ya que las piezas que han sido dañadas son Patrimonio Artístico.

"Todo esto está siendo una pesadilla", afirma Bayona, quien está convencido de que los delincuentes son vecinos del pueblo: "Los culpables tuvieron que subir a casi 5 metros de altura a través de una escalera que debieron llevar consigo y pudieron entrar por la puerta porque habían realizado una copia ilegal de la llave del párroco".

Las manifestaciones en contra de Bayona en Aldeahermosa de Montizón arrancaron, según el artista, hace meses, coincidiendo con la polémica suscitada tras la clausura de su exposición Circus Christi en la Corrala de Santiago. Tres feligresas que se sentían molestas por las imágenes iniciaron entonces una campaña por el pueblo (de 900 habitantes) para recoger firmas para que otro artista cambiase la imagen del Cristo pintado por Bayona ya que, según ellas, "la cara de Jesús se parecía mucho" a la del pintor. "Vista la situación y ya que muchos vecinos estaban haciéndole la vida imposible a mis padres y que es muy duro sentirse así de repudiado en el pueblo en el que has nacido, decidí hablar personalmente con el párroco y con los feligreses que se hubiesen podido sentir ofendidos con el fin de explicarles la historia de la exposición foto a foto y en primera persona. Tanto el párroco como la gran mayoría de los vecinos entendieron a la perfección lo que les estaba contando, pero unos pocos se marcharon de la Iglesia porque, según ellos, se habían sentido muy ofendidos", apunta Bayona.

La iglesia, donde iban a dar comienzo unas obras de restauración, estará precintada al menos dos meses por orden policial y por parte del Obispado de Jaén, que le asegura a Bayona que las pinturas "serán restauradas", aunque ahora la máxima preocupación del artista pasa por dar a conocer lo sucedido y que el hecho no se quede en el olvido.

Por el momento, Fernando Bayona continúa recibiendo amenazas a través de su correo electrónico, su teléfono móvil y mediante cartas y la galería de Albacete donde va a exponer su colección Circus Christi dentro de tres semanas ya se ha despertado con pintadas en su fachada.