"En cualquier sucia trinchera de guerra puede crecer una flor"

El coronel Kiko Nuez presenta 'Imaginaria. Relatos de una batalla cualquiera', un libro de microrrelatos con la Legión y la Guerra de África como escenario

"En cualquier sucia trinchera de guerra puede crecer una flor"
"En cualquier sucia trinchera de guerra puede crecer una flor"
Andrés Cárdenas

16 de marzo 2016 - 01:00

LA escritura del coronel Kiko Nuez tiene las propiedades de su apellido: consumida en pequeñas dosis puede resultar beneficiosa para el sistema nervioso. Si la nuez como fruto seco puede mejorar el estado de ánimo y ser un antioxidante para el cerebro de las personas que la consumen, los microrrelatos de este militar pueden ayudar a comprender y entender la compleja condición humana.

Su nombre es Francisco José Nuez y Benito pero todo el mundo lo conoce por Kiko Nuez. Nació en Melilla hace 56 años, de los cuales lleva 18 en Granada. Es diplomado en Estadística e Investigación Militar Operativa y actualmente es el responsable de Comunicación del Madoc. Con la publicación de Imaginaria. Relatos de una batalla cualquiera que hoy, día 16 (19:00 horas), se presenta en la Sala de Tronos del Madoc (antigua Capitanía General), ingresa en la legión de juntaletras que están convencidos de que la literatura completa la vida por el lado de los sueños.

Kiko Nuez se ha tragado muchas imaginarias para saber que la tercera era aquella que le partía la noche y le dejaba la suficiente dosis de insomnio como para tragarse novelas enteras de Marcial Lafuente Estefanía o decenas de capítulos de Guerra y paz. Gran lector, alternaba en esas noches en vela las metáforas de las novelas del Oeste ("Cuando Dorothy entraba en el salón, hasta la estrella del sheriff se alteraba") con los grandes de la literatura que se encargan de desmenuzar las pasiones humanas. Eso y el que haya tenido como sustrato para abonar su imaginación unas memorias inéditas de su abuelo (uno de los fundadores de la Legión), ha sido más que suficiente para que el coronel Nuez se decida a escribir para oírse a sí mismo. Se escribe para oír la música de dentro, dice el crítico Carlos Pujol. Y si había un coronel que no tenía nadie que le escribiera, según el relato de García Márquez, sabemos que el coronel Kiko Nuez escribe para sí mismo y para sus amigos.

"Empecé a escribir estos microrrelatos en una página del Facebook que se llama la Tercera Imaginaria. Lo que nunca pensé es que un grupo de amigos, actuando a mis espaldas, los seleccionaran y los llevaran a la imprenta. Carmen, mi mujer, ha sido cómplice de esta emboscada emocional de la que aún no me he recuperado. Ella aporta la ilustración de cada pequeña historia. Ha sido un hermoso gesto", dice el coronel.

Son cincuenta pequeñas historias con la Legión y la Guerra de África como fondo pero con la realidad actual como base en la que sustentar unas reflexiones en torno a la milicia. "Entre la ficción y la realidad de las guerras destaca siempre el gesto sobrio de aquellos que entregaron su vida cumpliendo con su deber", escribe en su página de Facebook.

Decía alguien que había dos formas de subvertir la realidad: la poesía y el humor. El coronel ha subvertido la realidad de la milicia a base de ironía, sentimientos, pasiones e inquietudes que transmiten sus relatos. "Yo siempre he escrito cientos de folios, pero de informes o documentos oficiales. Me faltaba utilizar la lírica y escribir situaciones que he vivido o que he imaginado", comenta el coronel. Él está convencido de que sin la literatura la realidad perdería su espejo mágico. Además, piensa que la violencia solo existe en cuestiones extremas porque "nunca sabemos nuestras reacciones cuando somos arrojados a una batalla. A pesar de todo siempre queda espacio para ser tú mismo. En cualquier sucia trinchera puede crecer una flor y en cualquier guerra terrible puede surgir una historia de amor".

El coronel dice que en sus microrrelatos todo "responde a una cuestión de estilo, los sentidos tocados por la violencia y el miedo, mostrar lo irreal como algo cotidiano esencialmente para expresar emociones. La verosimilitud esencial es la interna, no la externa que es la que menos me importa. Es una actitud frente a la realidad. Los hechos son ciertos y el relato respeta la veracidad de esos hechos en sus puntos esenciales. Para completar la historia empleo recursos de la narrativa fantástica".

El coronel Nuez está convencido de que el microrrelato es ideal para esta sociedad de las prisas en la tecnología permite abundante información de todo. "De todas maneras para escribir un microrrelato antes hay que leer cientos de libros", concluye.

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