Un cumpleaños muy caprichoso

El año no tiene 365 días. Tiene 365 días, cinco horas y 56 segundos. Si todos los años contáramos 365, después de 12 años habría una diferencia de tres días y habría un cambio importante en las estaciones del año. De ahí que cada cuatro años se acumule un día más, que se suma a febrero por ser el más corto del año. Son los años bisiestos. La técnica es milenaria, y fue implementada por Julio César en el año 46 antes de Cristo.

Mari Carmen Muñoz no entiende de galaxias pero sabe que cuando era pequeña no soplaba las velas con la misma frecuencia que sus amigas y que había tres años que pasaban en blanco en su 'cuenta' de regalos. Aunque su madre se esforzaba por explicarle los caprichos del universo, Mari Carmen sólo entendía que durante tres años no comía tarta, ni había parabienes. Nació un 29 de febrero de 1956. Lo que significa que hoy cumplirá 56 años... o 14 contabilizados en bisiestos.

Mari Carmen no nació sola. Tiene un hermano mellizo que, ante tanta complicación decidió cambiarse la fecha de nacimiento al 28 de febrero. Esta práctica fue bastante común en los años 60 y 70. Para evitar engorrosas gestiones y para normalizar el cumpleaños de los pequeños se les inscribía como nacidos el 28 de febrero o el 1 de marzo.

"Los años que no eran bisiestos mi madre y mi familia se dedicaban a pronunciar un escueto felicidades", relata Mari Carmen. Pero ella nunca renegó de su condición de bisiesta, al contrario, optó por aceptar la situación y pensó que, como su fecha de nacimiento, ella también era especial. Y puestos a pensar decidió que ya que sólo tenía cumpleaños cada cuatro años, montaría una fiesta por todo lo alto todos los 29 de febrero.

Años más tarde tuvo curiosidad por encontrar a personas con las mismas singularidades que las suyas. Tardó 40 años en encontrar a otro bisiesto: José Manuel Ubarrechena, creador de la asociación que lso agrupa.

José Manuel nació en San Sebastián en el año 1936. Hijo de una familia dedicada a la fabricación de caramelos y turrones, estudió en el Colegio de los Marianistas, hizo el Bachiller y luego Peritos. En el negocio de los caramelos empezó con un salón de té y en 1980 lo convirtió en su primer restaurante.

En enero de 1996 quiso celebrar su cumpleaños y no encontró a nadie para poder hacerlo, así que se le ocurrió poner un anuncio en el periódico que decía: "Se buscan bisiestos".

Aparecieron 60. Con ellos organizó una fiesta en su restaurante y, visto el éxito de la celebración, hizo 500.000 impresos en cinco idiomas buscando bisiestos por todo el mundo. Con esta iniciativa el club ha llegado a los 2.000 socios repartidos por todo el orbe, siendo la mayoría de ellos españoles.

A raíz de dicho encuentro, Mari Carmen Muñoz se convirtió en la delegada de la asociación en Granada, donde también se puso de inmediato a buscar bisiestos. De momento, en la provincia hay contabilizadas unas 20 personas nacidas un 29 de febrero. Pero, ¿tiene tanta importancia ser un bisiesto? Mari Carmen sostiene que sí, que los bisiestos (piscis de signo del zodíaco) son personas especiales. "Curiosamente el 90% de los bisiestos que tenemos localizados en Granada somos empresarios. Somos muy parecidos en el humor, en la alegría, y en que no representamos la edad que tenemos", argumenta Mari Carmen, quien explica que su objetivo en Granada es conseguir realizar una estadística para saber cuántos niños nacen en la provincia cada 29 de febrero.

Por su parte, el presidente de la curiosa asociación asegura que aprovecharán que en 2016 San Sebastián va a ser la capital europea de la cultura para que la ciudad se convierta en "la Meca de los cinco millones de bisiestos que hay en el mundo con sus familiares y simpatizantes".

El peculiar colectivo -no en vano forman parte del club más 'exclusivo' del mundo-, tiene una Virgen de los Bisiestos, un perro como mascota que nació el 29 de febrero y hasta una canción que reza así en varias de sus estrofas: "Amigos, yo quiero ser /bisiesto toda la vida, /porque cuando cumpla cien/ seré un niño todavía. /La vida me ha "regalado"/ la suerte de ser bisiesto /y así poder conocer/ a más de un tataranieto/".

José Manuel Ubarrechena también cree que los bisiestos son únicos en el mundo y en el universo, "imprescindibles para que funcione el calendario. Somos especiales porque cumplimos cada cuatro años y olímpicos porque vamos con las olimpiadas".

Y al margen de los astros, son siempre objeto de curiosidades. Cuando este año Mari Carmen Muñoz cumpla 14 años, su hija de 16 podrá decir que su madre es más joven que ella. Caprichos de los astros.