Un acto organizado por funcionarios de prisiones ha homenajeado hoy a Conrada Muñoz, una vecina de la localidad de Montillana que murió hace tres décadas al abrir una carta bomba remitida por ETA que iba destinada a su hijo, un trabajador de una prisión del Estado.

Conrada se convirtió hace treinta años en la primera víctima mortal de ETA en la provincia de Granada, un asesinato que hoy han recordado en el cementerio de la capital un grupo de funcionarios de prisiones, familiares y amigos de este vecina de Montillana.

La mujer falleció al abrir un libro bomba remitido por la banda terrorista y destinado a su hijo, Dionisio Bolívar, destinado entonces en una prisión de Las Palmas de Gran Canaria, y que hoy le ha dedicado unas palabras.

Momento de la colocación de unas cintas de la medida de la Virgen del Pilar en la lápida

El acto también ha servido para recordar el sufrimiento que durante décadas padecieron el resto de víctimas y los funcionarios de cárceles de todo el país.

"Los funcionarios de prisiones conocemos vuestro dolor y lo hacemos nuestro, conocemos vuestro silencio y lo hacemos nuestro, conocemos la memoria de todos aquellos que ya no están y la hacemos nuestra", ha explicado uno de ellos.

En el acto, que ha consistido en la colocación de dos cintas de la medida de la Virgen del Pilar ceñidas a su sepulcro y unos rezos, ha participado también el senador del PP por Granada Vicente Azpitarte, que recalcó que su partido está y estará al lado de las víctimas.

Azpitarte ha lamentado las maniobras de Pedro Sánchez, le ha reprochado al presidente en funciones que "no le importen las casi mil víctimas de ETA" y ha asegurado que el PP nunca pactará con él "porque no podemos pactar con quienes llegan a acuerdos con los herederos de ETA".