"Aunque me dedique a la docencia y la investigación nunca dejaré de ser forense"

Lorente suelta las riendas del Instituto de Medicina Legal tras obtener plaza como profesor titular en la Universidad

Miguel Lorente derrocha conocimiento al hablar.
Miguel Lorente derrocha conocimiento al hablar.
Yenalia Huertas / Granada

28 de junio 2012 - 01:00

Desde el pasado 10 de mayo, ha cambiado definitivamente la sala de autopsias por el aula. Miguel Lorente ha dejado de ser el director del Instituto de Medicina Legal de Granada (IML) tras aprobar las oposiciones para ser profesor de Medicina Legal en la UGR. Hasta ahora era profesor asociado y ambos cargos eran compatibles, pero al obtener plaza como titular ha tenido que elegir. Y aunque reconoce que le da cierta tristeza abandonar la práctica forense, deja claro que no dejará de serlo, pues "la Medicina Forense marca la identidad". El nombre de su sucesor o sucesora se conocerá en breve.

-¿Le ha dado pena desvincularse del IML y dejar de ser forense?

-Uno nunca deja de ser forense. Cuando he tenido otras responsabilidades, como la de delegado del Gobierno, nunca me he presentado como tal. Los cargos que he ocupado los he desarrollado con plena dedicación, compromiso, ilusión y entusiasmo, pero ser, lo poco que soy, es médico forense. Lo demás son circunstancias que vas desarrollando, pero ese factor que influye en ese concepto, digamos casi identitario, en la forma de ver y entender la realidad y actuar ante ella, te lo marca aquello que ha estado influyendo en ti, como es la Medicina Forense. Por lo tanto, sigo siendo médico forense, aunque no en ejercicio. Sí que es verdad que alejarme de lo que es la práctica me produce cierta pena, cierta añoranza.

-¿Era lo que siempre había querido?

-Sí [rotundo]. Desde el principio. Yo quería ser profesor de la Universidad. Lo era como asociado y el recorrido ha sido largo hasta llegar a tiempo completo. En un momento determinado, vi que ese camino era muy importante y necesario; pues no es igual llegar a la universidad sin haber tenido contacto en la práctica. Para mí, al haber podido compatibilizar el ejercicio profesional con la docencia, me ha permitido estar muy cerca de la realidad y de cómo se presenta esa realidad en cada una de las personas que la vive o la sufre. Si no hubiera sido médico forense, difícilmente hubiera llegado a captar lo que es la violencia de género, su significado, los factores culturales que hay alrededor de ella, esa actitud de las mujeres hacia la normalización... Todo eso a mí me permitió acercarme a ellas con ese ánimo de investigar todo lo que había detrás. Por eso, creo que ha sido un recorrido largo, pero en mi caso un recorrido totalmente necesario y feliz de haberlo recorrido. Creo que llego en el mejor momento para poder aplicar esta experiencia a lo que es la docencia y la investigación.

-¿Se sabe quíén le va a suceder?

-No, a día de hoy [por ayer] no. Pero es inminente.

-¿Cómo va a encontrar el nuevo director o directora el IML?

-Con lo mejor que tiene: los profesionales que hay, que son los forenses, ellos y ellas. Y sobre todo, con unas instalaciones modélicas y envidiables; muy pocos institutos tienen lo que tenemos en Granada, tanto por lo moderno como por estar todos los servicios -Laboratorio, Clínica y Patología- integrados en un mismo edificio. A diferencia de la fase anterior que ocupé la dirección en el IML de Granada [entre los años 2003 y 2008], en la que tuvimos unas instalaciones dignas pero para nada comparables con las actuales, nos encontramos con un equipo mucho más rejuvenecido, ilusionado e implicado en esa visión social que debe tener la Medicina Legal, y además con ganas de aportar lo que la experiencia le da a lo que es el conocimiento, es decir, a la investigación. Yo creo que mi sucesor o sucesora conocerá muy bien el instituto porque será alguien de él, y además habrá vivido todo ese proceso de transformación que ha experimentado la Medicina Legal en Andalucía y en Granada.

-Pero hay quien opina que el nuevo emplazamiento de la sede en el PTS, fuera del recinto judicial, podría afectar a la comunidad de lesionados y usuarios en general.

-No. Eso es una visión decimonónica de la Medicina Forense. Ésta no es una medicina que esté en los juzgados, sino que es para los juzgados. La Medicina Forense es ciencia, no es aplicación del Derecho. La aplicación del Derecho la hacen los juzgados y éstos tienen que tener los mejores referentes y elementos científicos para ordenar la decisión más justa. La proximidad es comodidad pero no es calidad; no podemos confundir ambas cosas.

-¿Qué proyectos se ha dejado en el tintero?

-Cuando uno contempla el futuro como una continuidad del presente, nunca deja algo por hacer. Lo que uno deja es lo que ha empezado. Y yo creo que tenemos que trabajar mucho en la formación. Hay que tratar de seguir formando a los médicos forenses en temas especializados de la Medicina Forense, y luego aprovechar todo lo que es la aportación de la Medicina Forense a la formación de profesionales que no pertenecen a ella. También es muy importante la investigación, pues estamos en el PTS y tenemos que procurar que la Medicina Legal también forme parte del imaginario cientifico-investigador del resto de los centros que allí se ubican, y que éstos entiendan que la Medicina Legal puede aportar mucho. Es necesario establecer esos vínculos y ya se están estableciendo.

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