Granada

El juez descarta delito en el caso del niño de 4 años que se escapó del 'cole'

  • Acuerda el archivo porque el número de monitores era el correcto y fue un fallo "impredecible"

No todo cabe en la vía penal. Éste es el mensaje que se desprende del auto de archivo dictado por el Juzgado de Instrucción 6 en el caso del menor de 4 años que se escapó, en horario de comedor, del Colegio Público Genil de la capital en un descuido de los monitores.

En la resolución, a la que ha tenido acceso este diario, el juez Miguel Ángel del Arco decide sobreseer de forma provisional la investigación penal que abrió a instancias de los padres para esclarecer este episodio, ocurrido el pasado 31 de enero. "Aplicar el Derecho Penal a todos los supuestos diarios puede ser como disparar a todo lo que se mueve a nuestro alrededor", advierte el magistrado, que no obstante entiende lo mal que lo tuvieron que pasar esos progenitores. "No escapa al instructor la angustia que produce en una familia la pérdida de un menor de 4 años hasta su localización", confiesa. Sin embargo, concluye que todo se debió "a un cúmulo de circunstancias que dieron como resultado un fallo humano impredecible por parte de las cuidadoras".

Para Del Arco, por tanto, "de lo actuado no aparece debidamente justificada la perpetración del delito" que dio lugar a la causa. Ese posible ilícito penal -ahora descartado- era un supuesto quebrantamiento del deber de custodia de un menor o presunto abandono temporal.

La investigación judicial se abrió tras la denuncia que formularon los padres del menor contra los responsables del CEIP Genil y del Servicio de Comedor, del que se encarga la empresa Ibagar, a raíz del suceso. Aunque los padres y los cuidadores del centro se llevaron un tremendo susto al percatarse de su ausencia, el crío, afortunadamente, fue encontrado pronto y en perfecto estado por una ciudadana. Fue hallado sobre las 15:15 horas en la calle Nueva de San Antón -iba en dirección a su domicilio, que está en esa vía-, cuando deambulaba solo, con frío y llorando. La mujer dio aviso de inmediato a la Policía Local de Granada, que devolvió al niño a sus padres, quienes aguardaban en las puertas del centro visiblemente preocupados.

La Delegación de Educación de la Junta de Andalucía abrió tras el suceso un expediente informativo para conocer con detalle las circunstancias que rodearon la salida del pequeño del centro educativo y adoptar, en su caso, las medidas oportunas. De hecho, a raíz del incidente, instó a que se prohibiera a los padres entrar dentro del patio exterior del colegio y fuera una cuidadora la que entregase a los menores a sus padres, "para evitar aglomeraciones de éstos que puedan dar lugar a hechos similares". Y es que el niño debió salir, sin que nadie se diera cuenta, junto con otros niños que habían sido llamados para ser recogidos.

El CEIP Genil lamentó en su día lo ocurrido y quiso dejar claro que había sido un hecho puntual y "aislado".

En su auto, el juez considera suficiente la respuesta que obtengan los hechos en el plano administrativo, una vez comunicado el caso a la delegada de Educación, "dentro de su discrecionalidad y especialidad en materia educativa".

"Todo este artefacto -añade el instructor en referencia la justicia penal- está pensado al milímetro para lograr lo más difícil: aplicar el mismo castigo a hechos idénticos, siempre y en cualquier lugar. Puede que por eso alguien advirtió que los peores enemigos de la justicia pueden ser los jueces, fiscales y abogados. Es decir, el enorme número de ojos, corazones y cerebros que trabajan para él, todos distintos y aún opuestos".

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