Hay quien cree que los posos del café adivinan el futuro, pero es muy difícil vislumbrar el mañana sin tener una radiografía clara del pasado. Del pasado, del presente y hasta del futuro habla el rastro que dejamos en forma de desechos. La basura dice mucho de todos, a nivel individual y colectivo, y sirve como perfecto indicador de lo que puede ocurrir en un medio y corto y plaza.

¿Qué cuenta sobre los granadinos la generación de residuos durante los últimos cinco meses? En lo micro da datos muy interesantes como el de que muchos granadinos que han aguantado muebles viejos durante los meses del confinamiento y que ahora los están tirando de cara a posibles reformas en sus viviendas.

Se deduce que pueden ser reformas o compra de nuevo mobiliario, ya que otra de las cosas que dice la basura es que este año son muchas menos las personas que van a depositar sus ahorros en unas vacaciones (hay menos desplazamientos) ante el contexto de inseguridad y de incertidumbre económica. Esto se extrae de que los enseres han estado guardados durante los meses del confinamiento pero empiezan a volver a las calles, según los datos que analiza la Diputación a diario en sus plantas de residuos.

En el análisis a pequeña escala hay otra serie de conclusiones interesantes, pero en lo macro sobresale un dato muy alarmante como es el de la correlación entre las toneladas de basura tratadas y la economía. "Los residuos son un indicador claro de la economía", asegura Francisco Peula, quien como técnico de Explotaciones del Servicio Provincial de Tratamiento de Residuos de la Diputación de Granada tiene en los desechos una 'materia prima' exquisita para conocer el comportamiento de los habitantes de la provincia y de la provincia en sí.

En líneas generales, los domicilos han separado bien y han producido más envases

"Si vemos el descenso de generación de residuos podemos afirmar que el Covid-19 se ha comido aproximadamente el 6,6% del Producto Interior Bruto provincial", remarca Peula en relación al 6,6% menos de residuos que se han generado los contenedores de basura. Es decir en lo referente a la recogida no selectiva de domicilios, comercios e industriales asimilables a los domiciliarios. Un dato que en toneladas se traduce en 7.354 menos que las generadas el año anterior.

Es todavía más explícito en el análisis de la basura de origen empresarial. Así, la recogida de residuos procedentes de industrias y grandes productores constituyen la fracción que ha sufrido la mayor caída, alcanzando el 32,8%, lo que equivale a 2.752 toneladas menos respecto para el mismo periodo en el año 2019.

La basura se ha visto notablemente afectada durante los tiempos de pandemia y, evidentemente, se debe a la paralización de las actividades comerciales e industriales que es lo que a su vez tiene una relación más directa con el Producto Interior Bruto de un territorio. Todo esto se suma a que en una provincia eminentemente turística con los vidrios a la baja, en la que los residuos también hablan sobre el menor gasto de los granadinos en vacaciones y por tanto en establecimientos de hostelería al mismo tiempo que corroboran que apenas vienen visitantes de otras partes.

"El descenso es sobre todo para Granada capital y además es doble por los estudiantes que se han ido y porque no hay turistas", asegura el técnico provincial en referencia a la caída de más del 23% de los residuos municipales. Es decir, cerca de 7.000 toneladas que el año anterior en el mismo periodo analizado. La capital marca la diferencia pues ni en el interior ni en la Costa ha sido tan acusado el descenso de basura.

La generación de vidrio se ha visto muy trastocado por el cierre total de la hostelería

A nivel provincial, es interesante el dato de que los domicilios han seguido separando y los envases se han mantenido. "Se ha luchado mucho para erradicar la costumbre de usar y tirar", reflexiona Peula, que remarca el mensaje de que es importante que el Covid "no haga retroceder" a la población en su concienciación sobre el plástico o la contaminación amén de todas las normativas europeas que se están conquistando. "La gente puede tener precauciones sin despilfarrar tanto material de usar y tirar", recuerda.

Por su parte, la diputada provincial de Medio Ambiente, María del Carmen Fernández, hace un repaso al enorme trabajo que ha hecho todo el equipo de la Diputación desde el inicio de la pandemia: "Cuando todo esto empezó tuvimos un montón de trabajo porque tuvimos que poner muchas plantas de transferencia por los residuos que tuviesen Covid y esperábamos mucho tiempo". Asimismo, agradece a la población granadina su respuesta porque en líneas generales “han seguido haciendo la separación y el reciclaje de residuos” y celebra también que muchos los envases –la gran mayoría procedente de familias– se están recuperando para el reciclaje "porque llegan bastantes limpios y en condiciones para una segunda vida".

En este sentido, la diputada de Medio Ambiente enlaza el análisis del tratamiento municipal de residuos con los pasos que se están dando en materia de sostenibilidad. "Nos estamos concienciando de que esto es cosa de todos si queremos tener nuestro municipio lo más habitable posible", apunta Fernández, quien eso sí hace una diferencia entre las generaciones jóvenes que vienen marcando el terreno y haciendo pedagogía con los mayores que son quienes más le cuesta este cambio de paradigma en todos los sentidos pero en los que también van calando estas ideas. Un mensaje medioambiental que es el de que "queda todavía mucho camino para cumplir la normativa" y cuidar el planeta.