Granada

Cuatro de cada diez desempleados con prestación dependen ya del subsidio

  • El número de parados que tienen derecho a la ayuda contributiva se ha reducido un 49,3% en los últimos cinco años

Desde que comenzó la crisis, miles de desempleados se han enfrentado al temido momento de que se les agote la prestación. El 'salario' al que un trabajador tiene derecho una vez que se queda en situación de desempleo siempre llega con fecha de caducidad, que depende del tiempo trabajado y que en ningún caso supera los dos años. Así que, en una situación económica en la que las oportunidades laborales brillan por su ausencia, es más que habitual que la prestación 'regular' se agote y se reduzca al subsidio por desempleo o a la renta activa de inserción, que se limitan a 426 euros (el 80% del IPREM). Del total de desempleados que cobran prestación -que no son ni mucho menos todos los parados-, un 58,2% se tiene que contentar a estas alturas con el subsidio o la renta activa, lo que significa que más de 37.500 granadinos viven de unas ayudas que ni siquiera los convierten en 'mediomileuristas'.

El paro de larga duración, que se ha convertido en un elemento estructural de las listas del desempleo de Granada, lleva aparejado el agotamiento de las prestaciones. Según ha alertado CCOO, ya son un 57,7% los desempleados que no cobran ningún tipo de prestación, lo que significa que se encuentran en esta situación 87.663 granadinos.

Desde luego, la evolución de los parados que cobran prestaciones ha sido a la baja, a pesar de que el desempleo no ha hecho más que aumentar. En marzo de 2010 había en Granada 84.443 desempleados con algún tipo de prestación, frente a los 64.437 de la actualidad. Pese a que la cifra total de desempleo ha pasado de 87.989 a 102.243 personas en este mismo periodo de cinco años (un 16,2% más), el número de personas que cobra algún tipo de prestación se ha reducido un significativo 23,7%.

Aunque estos datos ya resultan bastante convincentes, la progresión que han registrado los distintos tipos de prestaciones hace todavía más evidentes los graves problemas de ingresos a los que se enfrenta buena parte de los desempleados granadinos. En 2010, los granadinos que cobraban su prestación contributiva -normalmente mucho más cuantiosa y adaptada al salario previo del trabajador- representaban un 32,2% del total. Ahora, apenas representan un 21,4%. La cifra total también es relevante: de los 27.232 desempleados con prestación contributiva de 2010 se ha pasado a sólo 13.816, un 49,3% menos.

También se ha visto reducido considerablemente el número de trabajadores en desempleo que cobran el subsidio, que también tiene fecha de caducidad. En 2010 había en Granada 38.629 parados que todavía tenían derecho a esta ayuda, frente a los 30.662 de la actualidad, un 20,6% menos.

El único colectivo que sí ha crecido, como consecuencia de los distintos planes puestos en marcha por los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, ha sido el de desempleados que cobran la Renta Activa de Inserción, uno de los últimos pasos antes de perder cualquier derecho a prestación. Hace cinco años, se encontraban en esta situación 3.336 desempleados, mientras que ahora son 6.839 los que dependen de esta subvención. Esto significa que en apenas cinco años se ha duplicado la cifra de perceptores de la renta activa.

Obviamente, cuantos menos beneficiarios, menor es el gasto del Estado en prestaciones. En 2010 las administraciones desembolsaron 61,1 millones de euros para atender el pago de prestaciones contributivas, subsidios por desempleo, rentas activas de inserción y subsidios eventuales agrarios.

En 2015, esa cifra es bastante inferior, ya que supera por poco los 39,5 millones de euros, un 35,4% menos. El mayor desembolso se realiza para el pago de las prestaciones contributivas, con 17,4 millones de euros; seguidas de los subsidios, con 13,3 millones; los subsidios eventuales agrarios, con 5,4 millones; y la Renta Activa de Inserción, con 2,9 millones. A estas cantidades se suman 398.000 euros del programa de activación de empleo.

La cuantía media de la prestación contributiva también se ha reducido considerablemente, pasando de 845,3 euros a 778,1, un 7,95 menos.

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