El deslucido Aljibe de la Vieja
Aljibes de Granada
No es de extrañar que después de estar presentes durante siglos en puntos estratégicos de la ciudad, algunos aljibes estén rodeados de leyendas que los utilizan como telón de fondo: el Aljibe de la Vieja es uno de ellos
SITUADO en un rincón no muy frecuentado del Albaicín, poca gente sospecharía que este aljibe soporta las inclemencias desde hace siete siglos.
NOMBRE: Aljibe de la Vieja, debido a una leyenda que cuenta que una vieja tenía junto a este aljibe una frondosa higuera, de la cual los vecinos robaban sus frutos. Cansada de estos hurtos, la vieja decidió pactar con Satanás para que los higos supieran mal a sus ladrones, y se enfermase todo el que reposara bajo las sombras del árbol. Al morir la vieja, se escuchaban cerca del aljibe gritos, y se veía cómo a las 12 en punto de la noche aparecía la sombra de la vieja dando vueltas alrededor de la higuera. Según se dice, las noches de los domingos la vieja se aparecía a los jóvenes desde el fondo del aljibe, ofreciéndoles sus higos, que se habían hecho de oro.
UBICACIÓN: Esta situado en un pequeño ensanche de la calle Aljibe de la Vieja, bajo el jardín de un carmen. También da nombre a una placeta situada al inicio de la calle.
Gómez-Moreno indica, en su Guía de Granada, que en el siglo XVII le decían Aljibe de la Rábita, por haber pertenecido a la Rábita Aceituna (Yami al-Zaytuna), aunque Seco de Lucena Paredes lo denomina Aljama del Olivo.
DESCRIPCIÓN: Su aspecto exterior es, en la actualidad, bastante triste, puesto que los enfoscados modernos del muro de contención del jardín situado en las bóvedas han ocultado casi totalmente la portada. Todavía se puede apreciar un pequeño arco de herradura apuntado, que enmarca un reducido espacio cubierto por una bóveda inclinada, cuya sección es un arco rebajado. A ambos lados hay dos nichos cuya finalidad se desconoce.
A través de las fotografías y descripciones realizadas hacia 1890, podemos averiguar algunos detalles de la portada. El arco estaba enmarcado por un alfiz y trasdosado por una hilada de ladrillo, siendo sus impostas del mismo material. Antiguamente estuvo pintado en rojo.
Consta de una nave cubierta con bóveda esquifada que se corta octogonalmente con otra de medio cañón. Ambas tienen una cinta rehundida de siente centímetros de anchura, por dos centímetros y medio de profundidad, que recorre sus claves, y arrancan de los muros a partir de un pequeño resalte.
Los muros son de ladrillo, de 29,5 x 14,5 centímetros, aparejados con hiladas alternativas de soga y tizón. Bóvedas y muros están protegidos por un enfoscado de mortero de cal color blanco, excepto los frentes de la bóveda transversal y la cinta rehundida que lo tienen de color almagra.
La solería es de ladrillo, de 28 x 14 centímetros, colocado en hiladas con las juntas contrapeadas. Presenta la particularidad de que está rodeado por una cenefa de 10 centímetros de anchura, constituida con una media caña de mortero, con objeto de facilitar la limpieza, aunque parece reciente.
Las dimensiones del aljibe son 4,89 metros de largo, 2,35 de ancho, y 4,04 de alto. Su capacidad es de 31 metros cúbicos, por lo que está considerado como de tamaño medio.
Se conservan los agujeros por donde llegaban los tubos de suministro y rebosadero de aguas, así como el brocal de piedra de Sierra Elvira.
FECHA DE CONSTRUCCIÓN: Por sus características puede deducirse que debió construirse en el siglo XIV, el de mayor auge de la arquitectura nazarí.
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