Granada

Las despedidas de solteros vuelven a tomar las calles y bares de la capital

  • Granada es una de las ciudades favoritas para celebrar estos polémicos eventos

La conocida como Beerbike fue vista ayer por el Camino de Ronda.

La conocida como Beerbike fue vista ayer por el Camino de Ronda. / g. h.

Aunque estos días las nubes cubren el cielo de Granada, ha habido ya días de temperaturas aceptables. A falta de un mes para que llegue la primavera, Granada se prepara para la temporada de despedidas de soltería que cada año empieza más temprano. De hecho ayer, en pleno mes de febrero, ya pudo verse a varios grupos de amigos o amigas celebrando la preboda en el centro de la capital. Ya por la tarde, quienes esperaban el autobús hacia las cinco en el Camino de Ronda, se toparon con una imagen inusual. Un vehículo de grandes dimensiones circulaba por la calzada impulsado por un grupo de chicas que, vestidas con tutús y bebiendo cerveza, bailaban al ritmo de reguetton.

Fue en el año 2007 cuando empezó a ponerse de moda este tipo de fiestas en la capital. Desde ese momento hasta hoy cada vez son más las personas que eligen Granada para celebrar estas fiestas que se han topado en numerosas ocasiones con el rechazo de la Federación de Hostelería. Tanto es así, que el Ayuntamiento de Granada, en la etapa 'popular', decidió convocar una mesa técnica y recrudecer la vigilancia policial ante este tipo de eventos durante los fines de semana ante el desmadre que suponen estos grupos multitudinarios que beben fuera de los límites de los establecimientos o no dudan en orinar en las calles menos transitadas del barrio del Albaicín. Este comportamiento provocó, incluso, el rechazo a atender a estos grupos en los bares y restaurantes de la calle Navas, que tras las incomodidades ocasionadas llegaron a colgar el cartel de: No atendemos despedidas. No obstante, el pasado año cuando la Federación de Hostelería exigió un mayor control policial reconoció que no todas las empresas que organizan estos eventos se saltan las reglas. Hay algunas que no dudan, incluso, en brindar una serie de normas a los participantes para evitar problemas. De hecho, en los últimos años se han multiplicado los restaurantes especialmente dedicados a este tipo de fiestas. Así, cada fin de semana acogen varias despedidas simultáneas de tal forma que nadie se moleste durante la cena cuando empiezan los gritos por megáfono al ritmo de "esa novia como mola se merece una ola" seguido de "uuohhh". También hay posibilidad de alquilar segways para pasear por el Albaicín, alquiler de casas rurales, recorridos en limusina o en burrotaxi.

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