Pilar Aranda. Rectora de la Universidad de Granada

"Que se desprestigie a la universidad por casos aislados me parece impresentable"

  • Considera que ha cumplido con el 90% del programa con el que se presentó a las elecciones de 2015

  • Pide más financiación y asume que la institución debe hacer autocrítica

"Queremos que se hable de la Universidad, de los cambios que son necesarios. No que se usen casos aislados para poner en solfa el sistema universitario español". Pilar Aranda se muestra vehemente a la hora de hablar de la resaca provocada por el caso Cifuentes y la dimisión de la ministra Carmen Montón. Se remite de forma firme a la posición fijada por la Conferencia de Rectores (CRUE), en la que se reclama dejar a la Universidad al margen de la lid política. El curso ha comenzado sin cerrar las heridas del pasado, pero con la necesidad de afrontar nuevos retos, como la financiación.

-Sobre el comunicado de la Conferencia de Rectores, hay quien critica que llega tarde. Otros, directamente, dicen que le falta rotundidad.

-Es un comunicado que hemos hecho 80 rectores. Creo que era el comunicado que podía salir. Personalmente mi idea es hacer autocrítica y tenemos que ser muy contundentes en la defensa de la Universidad pública y del buen hacer de la Universidad, pública y privada. Tenemos que ser contundentes a la hora de denunciar los casos de malas prácticas porque no pueden desprestigiar el buen hacer de toda la comunidad universitaria.

-El mismo comunicado habla de falta de financiación. Aquí seguimos sin modelo después de años de negociación...

-Estamos sin modelo. Lo que tenemos encima de la mesa me parece bien, lo apoyo. Se trata de un modelo en el que una parte, claramente, apuesta por aportar presupuesto para el mantenimiento general, para abrir la puerta -como hemos hecho- el 12 de septiembre, y otra parte vendría por resultados, qué tenemos en modelos de internacionalización, en investigación, en virtualización, en prestación de servicios. Creo que eso es muy bueno. Se avanza en una línea hacia la excelencia.

-¿Y por qué no se aprueba?

-Hay otras universidades que valoran que hay que trabajar en temas de convergencia, que no todos tenemos la misma prestación de servicios... Yo defiendo claramente la autonomía universitaria, siempre.

-Para el año 2019, ¿se prevé un aumento de la dotación presupuestaria?

-Este año hemos tenido un aumento del 6,9%. Creo que necesitaríamos un aumento del 10% para 2019. Pero vamos a ver qué hay. Todavía no tenemos nada.

-¿De cuánto dinero estamos hablando?

-Estamos en torno a los 400 millones de presupuesto global. Pedimos 45 o así. Necesitamos cubrir temas de infraestructuras. Estos años hemos hecho lo justo para mantenimiento, pero ahora entramos en otro momento. Está en presupuesto la biblioteca de Filosofía y Letras, estamos barajando el nuevo módulo en Escultura, hemos solucionado temporalmente el tema de Informática... El pabellón de Melilla no lo podemos olvidar y estamos trabajando en avanzar en eficiencia energética. En el campus Centro está Traducción y la calle Duquesa, que es una cuestión que tendremos que ir abordando.

-¿PTS?

-Las dos facultades de Odontología y Farmacia, eso no está. Creemos que tenemos unas buenas infraestructuras allí. El mantenimiento es muy costoso, muy costoso, pero lo estamos afrontando porque creemos firmemente en la apuesta que se hizo.

-De vuelta a la financiación, ¿qué les supone hacer los presupuestos sin modelo?

-En el primer presupuesto que tuvo que hacer este equipo de gobierno redujimos un 20% el gasto en departamentos y un 40% del propio equipo. Tenemos proyectos de infraestructuras, hay propuestas para poder mejorar centros, hay programas de captación de talentos, nueva contratación, la relación de puestos de trabajo... y hay que pensar que se ha perdido mucho profesorado durante los años de crisis. Estamos ofertando plazas y nos gustaría hacerlo más. ¿Por qué? Porque nos gustaría reducir el número de alumnos por grupo en algunos centros para que todo lo que es el modelo de evaluación continua, lo que implica Bolonia, vaya bien. Se ha puesto en marcha Bolonia con menos dinero del que teníamos antes, con menos recursos de los que teníamos antes. Esto ha sido un esfuerzo de la comunidad universitaria muy grande.

-Con respecto a personal, desde la Conferencia de Rectores se ha señalado en varias ocasiones el problema de los asociados...

-Tuvimos unas plazas, las de sustitutos interinos, que eran unas plazas malas, que se van transformando -las plazas, no las personas- en ayudantes doctores. Tenemos menos presión que otras comunidades. Hay asociados que son totalmente necesarios, pero hay los que llamamos falsos asociados, que son los que han entrado así porque no tenían otra posibilidad de contratación. En los años de la crisis y de las restricciones la aplicación de la tasa de reposición fue tremenda.

-Otra de las reclamaciones que hacen algunos centros es, precisamente, que necesitan asociados...

-Por supuesto...

-¿Cuántos necesitan?

-Se están contratando. Conocemos las progresiones para jubilaciones, pero a la vez hay que tener en cuenta que se incorporan jóvenes investigadores. Entendemos que Derecho, Ingeniería Civil, Ingeniería de la Edificación, Arquitectura, Empresariales... son centros claramente con una necesidad de profesorado asociado. Trabajamos en dos ámbitos, en el profesor asociado estructural, y en los asociados que quieren seguir una carrera académica. Tenemos que ver las posibilidad de progresión.

-Menciona el decreto de 2012 que impuso la tasa de reposición ¿cuándo conseguirá la Universidad paliar lo que supuso ese límite en la contratación?

-Todavía, y eso que han salido bastantes plazas, estamos en crecimiento decreciente. Quizá este año con las que salgan podamos recuperar todo lo que perdimos, pero estaríamos, claro, con la misma plantilla de cuando comenzaron las restricciones. Lo que queremos es más presupuesto para ir creciendo y reducir el número de estudiantes por grupo, y trabajar en otros modelos de enseñanza que creo que es lo que demanda ahora la sociedad.

-Y es lo que impone Bolonia.

-Exacto.

-Con respecto a la Junta, cada inicio de curso era noticia lo abultado de la deuda que mantenía con la UGR, ¿en cuánto está ahora?

-Quince millones. De 169 de cuando yo llegué... esto se ha notado. Había pequeñas y medianas empresas que lo estaban notando mucho. Hoy estamos al día, o por lo menos dentro de legislación. Es verdad que la nueva ley de contratación pública nos ha alterado y ha supuesto algunos retrasos.

-Hay rectores, como el de la Universidad de Zaragoza, que han sido muy críticos con esta ley. ¿Se podía haber hecho de otra manera?

-Es una normativa europea. Lo que hemos pretendido es que dejasen fuera a la Universidad, sobre todo a la parte de la investigación. Un investigador necesita un dinamismo, una rapidez, una inmediatez que esta ley lo impide... Si tenemos poco presupuesto, la inversión del I+D está a niveles de 2007... ¿dónde vas?

-Siempre se ha criticado la excesiva burocratización...

-Totalmente, totalmente. Controles, todos. Pero burocratización repitiendo controles, no.

-De vuelta a la Junta... ¿qué valoración hace este curso de las bonificaciones?

-El año pasado los primeros días de matriculación fueron más problemáticos. Este año lo que me llega es que hay normalidad.

-¿Cómo valora esta medida?

-Es una medida buena, pero digo lo que hemos dicho siempre, que estas bonificaciones no se detraigan del presupuesto de las universidades.

-Y se complementa con el plan propio de ayudas al estudio...

-Aquí no se queda fuera nadie por motivos económicos.

-En la presentación del protocolo María Castellano se puso de relieve el problema del relevo generacional...

-Es un problema que está extendido a todos los centros. ¿Por qué este programa se ha puesto en marcha en Medicina? Porque en Medicina hay una serie de asignaturas clínicas que necesitan de una formación clínica, docente y de investigación. El programa permite que cuando acaben su formación clínica, con sus tesis, puedan acceder a una docencia y a investigar.

-¿Qué opina del posible adelanto electoral en Andalucía?

-Como una ciudadana más. Parece que hay un runrún. Me imagino que cada uno marca sus ritmos. Yo puedo hablar de las elecciones al Rectorado, pero las demás se me escapan un poco.

-Usted se presenta...

-Sí, me presento, ¡a las elecciones al Rectorado!

-¿En qué porcentaje considera cumplido el programa electoral con el que se presentó en 2015?

-Creo que está cumplido bastante. Si conseguimos aprobar la RPT y acabar con las listas... creo que podemos estar en el 90%.

-¿Y retos para este mismo año?

-Está el tema de infraestructuras, el de la elaboración del segundo Plan de Igualdad y el primer Plan de Inclusión. Está el tema de la RPT, el de la formación práctica de estudiantes... hay temas de docencia. Estamos trabajando en un mayor reconocimiento de la docencia... Eso a bote pronto.

-Si revalida su mandato, ¿qué objetivos se marca?

-Quiero consolidar las posiciones de la Universidad en investigación y docencia, rejuvenecimiento de plantilla, reducir el número de alumnos por grupo, trabajar en nueva metodología docente, que se pueda hacer realidad esa evaluación continuada... En infraestructuras es fundamental sobre todo Melilla. También reclamar temas de financiación presentando resultados y el desarrollo la RPT con una gestión del siglo XXI. También mayor participación de los estudiantes. El V Centenario está siendo un éxito. También está consolidada la Delegación General de Estudiantes. Queda por regular el paro académico. También hay que perfeccionar en Internacionalización y Responsabilidad Social, en la que hemos avanzado, pero todavía podemos mejorar. Es necesaria la autocrítica.

-Una de las cuestiones que se han puesto sobre la mesa es el mapa de titulaciones en Andalucía. No sé si le preocupa...

-Nos preocupa a todos, mucho. Es el futuro. Vemos cómo podemos crecer. El posgrado es extraordinario, pero en los grados podemos ver nuevos títulos...

-¿Por ejemplo?

-Está el de Ingeniería de las Energías, ver algunas relacionadas con las TIC, alguna otra con el ámbito socioeconómico... A veces no es sólo crecer, sino fortalecer lo que hay. Más que en grados, creo que es fundamental trabajar en másteres.

-¿Y se podía plantear la supresión de algún grado?

-En Granada, no. Pero tendremos que ver alguna titulación... el propio decano de Melilla ha planteado qué ocurre con Relaciones Laborales. Creo que los dos campus están trabajando muy bien, están aumentando el número de estudiantes y creemos que podemos proponer nuevos grados.

-Sobre el cambio de calendario académico, el decano de Derecho ha planteado la necesidad de reflexionar. ¿Es posible volver a ese momento de reflexión?

-El calendario se ha cambiado. Podemos ver si el modelo es acorde o tenemos que hacer ajustes. Mi sensación es que la gente está contenta.

-¿Y los resultados académicos?

-Los tenemos que ir viendo. Si no hay una mejora del rendimiento tendríamos que hacer un análisis. No me cierro a nada, pero hay una cosa importantísima, que es el porcentaje de estudiantes matriculados al inicio del curso. Esto los decanos lo dicen. Para hacer la valoración hay que esperar un poquito. Seguimos estudiando y los desajustes estamos dispuestos a analizarlos. Las clases comenzaron el 12 de septiembre con los alumnos matriculados, y eso me parece excepcional.

-Ese mismo día había exámenes de Selectividad...

-Demandamos que haya un cambio. En Andalucía llegará el momento en el que también se verá.

-No puede decirme si los resultados académicos han sido mejores o peores...

-¿Resultados? Yo esperaría dos o tres años. También el profesorado tenemos que adaptarnos a esto. Lo veremos.

-¿Cómo va el IFMIF Dones?

-Muy bien, va muy bien. Creo que vamos por muy buen camino. El ministro está entusiasmado. En Salamanca hablé con él de este tema.

-¿Qué le dijo?

-Que está muy contento y que sigamos trabajando.

-¿Qué tal con el nuevo ministro?

-El mensaje que nos trasladó en el pasado pleno es que tenemos que trabajar conjuntamente con CRUE, Universidades y Ministerio. El día 26 vamos al Parlamento a defender que queremos una nueva Ley de Universidades. Que la Universidad vaya al Parlamento a rendir cuentas es muy bueno para que los parlamentarios se den cuenta de que en la Universidad se tiene que trabajar de determinada manera y que tienen que defender este modelo y no utilizarlo como un arma arrojadiza.

-¿Se siente dolida?

-Muy dolida, muy dolida. El esfuerzo de la comunidad universitaria ha sido muy fuerte en los años de crisis, sustentado por las familias y los estudiantes, y que por casos aislados se desprestigie la Universidad me parece, en una palabra, impresentable.

-El trabajo que se hace en la Universidad ha propiciado que se esté en una buena posición en rankings como el ARWU...

-Lo que queremos es mantenernos. Dar el siguiente salto es complicado porque necesitamos más recursos. Queremos no olvidar al conjunto, que cada vez sean más las áreas que vayan creciendo. Hay que ser serio y riguroso.

-¿Qué le parece lo que se dice en redes sociales?

-Que afortunadamente hay libertad. Que todo el mundo valore, pero pido un poquito de rigor. A veces se opina con un desconocimiento absoluto. ¿Que hay errores? Por supuesto. Si fuera todo bien no habría equipo de gobierno.

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